Dependencia emocional

17 de septiembre de 2012 por Judith Viudes | Posteado en Hablan expertos Factor Mujer.
¿Qué es la dependencia emocional?

En términos poco técnicos y para que todos podáis entenderlo, dependemos emocionalmente y negativamente de alguien cuando nuestra felicidad y estabilidad emocional dependen exclusivamente de la otra persona. Es decir, nosotros/as no somos capaces de creer y ser felices con nosotros mismos sin esa persona de la que dependemos.

Ojo, probablemente todos tenemos cierto grado de dependencia afectiva de carácter psicosocial, el problema aparece cuando esa persona es controlada por esa necesidad.

La persona dependiente manifiesta constantemente pensamientos recurrentes como el miedo a quedarse solo/a, miedo a perder a esa persona, miedo al abandono… y todo esto son factores que influyen negativamente en el vinculo afectivo emocional de la relación.

Cuando una persona convierte al ser amado en una obsesión, ocurre como si de una adicción puramente dicha se tratase, la persona dependiente necesita constantemente a quien ama porque no es capaz de poder llevar su vida felizmente sin su presencia, se transforma en una necesidad patológica.

¿cómo son las personas dependientes?

Las personas dependientes emocionalmente son personas inseguras, que no se valoran a sí mismas, con una autoestima baja, incluso creen que no son dignas de ser amadas. Se trata de personas que necesitan la aprobación constante de los demás porque no se bastan ni creen en si mismas, de alguna manera se sienten incompletas y buscan que esa “seguridad” que les falta venga de fuera.

Incluso son capaces de renunciar a todo, a su identidad, a su libertad, a sus metas y proyectos… a todo, por tal de convertirse en la sombra del ser amado y estar a su lado obsesivamente.

Estas personas NO son capaces de ver la relación de pareja como lo que realmente es: un equilibrio independiente entre dos personas que se complementan, dos personas con independencia propia que se respetan y se aman.

Este tipo de relaciones dependientes, obviamente, no tienen futuro ninguno, están destinadas a un fracaso tarde o temprano, no pueden sostenerse porque se tornan asfixiantes.

¿Tiene solución?

Sí, tiene solución.

Hay que recurrir al psicólogo/a y éste establecerá una terapia para trabajar directamente con la persona dependiente, pues el problema viene forjado en la imagen y los pensamientos que ha desarrollado a lo largo de su vida sobre si misma y las relaciones. Y si se encuentra en una relación, se trabajará tanto individualmente como en pareja.

El objetivo será lograr un establecimiento de relaciones afectivas más satisfactorias, basadas en el equilibrio y la reciprocidad.


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