Movimientos pélvicos que ayudan a incrementar el placer sexual

21 de marzo de 2014 por Judith Viudes | Posteado en Curiosidades, Hablan expertos Factor Mujer, Ideas eróticas, Otros.

En otras publicaciones hemos mencionado que mantener ejercitados los músculos de las paredes vaginales ayuda a incrementar el placer en las relaciones sexuales.

Por ejemplo, vimos que el uso de las Bolas chinas es clave para mantener los músculos vaginales en forma y la Danza del vientre también ayuda a controlar la presión pelviana.
Además, existen varias técnicas para ejercitar esta zona de la pared interna de la vagina y reciben el nombre de Ejercicios de Kegel.

¡No hay excusa para recuperar o mejorar la tonicidad!

Cuándo tenemos unos músculos vaginales ejercitados tenemos la posibilidad de “abrazar” con mayor precisión y presión al pene cuando se encuentra dentro de la vagina. Esta presión sobre el pene hace que el hombre sienta aun más placer y que la mujer aprecie de forma más acrecentada el pene en su interior, apretado, evitando que quede “holgado”.

El disfrute es para ambos, sin duda.

Por otro lado, podemos coordinar la presión y el control de los músculos vaginales con movimientos pélvicos que combinen distinta fuerza y velocidad.

Los movimientos pélvicos pueden variar desde fuertes, rápidos y pasionales, hasta suaves con un deslizamiento delicado y lento. Y tanto hacia arriba como hacia abajo, hacia delante y hacia atrás, en movimientos circulares o laterales…

La combinación se ejercita sobre la marcha, la situación y observando muy bien la reacción de la pareja ante ellos.

Por ejemplo, para que el hombre disfrute más, unos movimientos rápidos y cortos hacia arriba y hacia abajo, acarician notablemente el pene y lo estimulan pasionalmente. A la vez, ella puede levantar la pelvis y la cadera para que se combine con penetraciones profundas.

Por otro lado, la mujer preferirá unos movimientos circulares y hacia delante y hacia atrás en unas posiciones donde el clítoris pueda ser rozado y estimulado indirecta o directamente. Sin dejar de lado el resto de movimientos.

Se trata de buscar un equilibrio entre ambos y disfrutar de este baile maravilloso en todas sus variantes.

Y tú, ¿cual prefieres?

 



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