El dolor en la penetración es un problema bastante común entre las mujeres. La causa no está clara, aunque parece que tiene un componente combinado de tensión muscular vaginal y un componente psicológico.
Cuando estamos nerviosas nuestro cuerpo se tensiona, y también lo hacen nuestros músculos vaginales. Cuando estamos en tensión, pues, es fácil que la penetración duela, ya que los músculos vaginales están “cerrados” y contraídos para que no pueda entrar nada. Si forzamos, el dolor será mayor y cada vez nos pondremos más nerviosas ante la perspectiva de la penetración, entrando en un círculo vicioso de dolor-nerviosismo.