¿Qué es la Asexualidad?

Un 10% de la población no siente ningún tipo de atracción hacia ningún género, ni masculino ni femenino. Vamos, que no se excitan con el contacto con otros seres humanos sean del sexo que sean. Son totalmente asexuales.

Para poder entender la asexualidad, primero debemos responder a la pregunta que encabeza esta publicación.

¿Qué es la Asexualidad?

La asexualidad es la falta de atracción sexual hacia otras personas, ya sea hacia los hombres o hacia las mujeres, independientemente de ser heterosexual, homosexual o bisexual. No existe deseo sexual, por lo que no encajan dentro de ninguna orientación sexual conocida y no es común que suelan enamorarse o tengan pareja.

¿Es un problema?

Lo primero que debemos descartar es que no sea un problema de tipo orgánico o de razones religiosas.

La asexualidad es un tema que sigue abierto a debate dentro de la Psicología y la Sexología, pues existen varias hipótesis y otras veces se relacionan con otro tipo de disfunciones sexuales como por ejemplo el Desorden del Deseo Sexual Hipoactivo.

Este tipo de desorden se caracteriza por el desinterés general en cuanto a mantener relaciones sexuales, aunque se tenga oportunidad. Es decir, hay una disminución o falta de deseo, fantasía y actividad sexual de forma persistente, que además termina provocando malestar significativo en el sujeto que lo padece y en la pareja en el caso que la tuviese.

El bajo deseo sexual o deseo inhibido es un problema habitual que tratamos los sexólogos en consulta con una terapia correspondiente. Además, el pronóstico es totalmente favorable si existe la implicación de ambos miembros de la pareja.
Por otro lado, la asexualidad también se ha relacionado con la Aversión Sexual. En este caso la persona tiene una gran oposición al contacto sexual con otra persona. Y sufre una gran ansiedad cuando se tiene que enfrentar a cualquier situación relacionada con lo sexual.

Ahora bien, ¿y si la persona se siente bien y no considera tener ningún problema?

En estos casos, si la persona se siente bien consigo misma, la asexualidad no le genera ningún tipo de malestar, ni le provoca problemas emocionales o de pareja, puede seguir como está.

De hecho, existe un número de gente que lucha para que la asexualidad sea catalogada como un tipo de orientación sexual, ya que se sienten identificados como tales y son felices así.

El problema llega cuando todo esto cambia de perspectiva y la persona asexual está envuelta en un gran malestar emocional y psicológico. Echa de menos sentir lo que experimentó en su momento dado, anhela volver a sentirse sexual y además le está ocasionando graves problemas de pareja o dificultad para poder establecer relaciones.

Cuando existe malestar es cuándo sería un tema a tratar por el especialista, un sexólogo/a.
Es importante que se diferencie adecuadamente a una persona que es feliz de cómo está, cómo se siente y cómo se identifica; de otra que está padeciendo por la situación y desea cambiar.