Estimulación Musical del Feto

En las últimas semanas, algunos clientes han preguntado por un aparato novedoso que no es exactamente algo relacionado con la sexualidad, pero que, ciertamente tiene cosas en común con los productos que vendemos: el BabyPod

¿Qué es el BabyPod?

Según la página oficial del dispositivo, el BabyPod es una herramienta que permite hacer que el feto escuche y sienta la música que le queramos poner.

No es poco habitual leer en los libros de maternidad y paternidad que una de las cosas que más conecta a la madre con el futuro bebé es escuchar música. Incluso algunos aconsejan poner unos auriculares encima de la barriga de la madre, para que el feto sienta más las vibraciones y la música. Pero esta práctica se ha evidenciado como poco útil, ya que para que el feto pudiera oír algo a través de las capas y capas de piel, grasa, músculo, líquido y demás que hay entre él y la madre, debería sonar la música muy alta.

Así que BabyPod va más allá y propone escuchar la música directamente desde la vagina. Sí. Introducimos un pequeño altavoz en la vagina, lo enganchamos bien al cuello del útero y vía directa desde la música hasta los oídos del pequeño o pequeña.

¿Para qué sirve?

En la página oficial indican estas ventajas:

Los bebés aprenden a hablar en respuesta a estímulos sonoros, especialmente melódicos. Babypod es un dispositivo que los estimula antes de nacer a través de la música. Con Babypod, aprendemos a vocalizar en el útero.

En realidad, la eficacia de la aplicación de música al bebé cuando aún está en el útero no está demostrada científicamente. Es decir, en los estudios que se han hecho combinando la aplicación de música con las ecografías se puede observar que el bebé responde a los estímulos musicales de una forma diferente a como responde a otro tipo de estímulos.

Parece que la música, por su composición rítmica, melódica y de frecuencia de vibración, favorece que el “centro del habla” del cerebro se active y podría parecer que el bebé esté vocalizando en el útero.

Si consultas la página oficial del dispositivo, comentan que “lo que se activa con la música por vía vaginal es otro grupo de neuronas, muy primitivo, situado en el tronco cerebral. Estas neuronas estimulan la vocalización, el lenguaje y, por tanto, el aprendizaje y la comunicación de los bebés. Es decir, gracias al uso de la música y con la ayuda de Babypod,los bebés aprenden a comunicarse desde el útero”. 

¿El bebé va a ser más inteligente? ¿Va a hablar mejor?

No voy a discutir los resultados del estudio, que se centra en cómo el bebé reacciona a la música visto a través de una ecografía. Seguramente el bebé se mueve, mueve la boca, la lengua y probablemente si la madre ha comido algo dulce en las horas anteriores, incluso pueda parecer que baile.

Pero el dispositivo no asegura que tu hijo tenga un mayor Cociente Intelectual. Ni siquiera asegura que mejore su capacidad de hablar, ni de comunicar, ni de empatizar.

Es decir, está más o menos claro que el impulso de las ondas sonoras de la música llega al bebé y este reacciona, por lo que podemos suponer que haya una reacción a nivel neuronal que sea directamente generada por este estímulo. Pero lo que no podemos asegurar es que eso influya en manera alguna en cómo va a ser ese pequeño. Quizá ni siquiera sienta amor por la música, cuando sea mayor.

Para poder saber estos efectos habría que esperar a que todos los bebés de madres que han utilizado el dispositivo nacieran, crecieran e ir evaluando la asimilación del lenguaje en cada una de sus etapas. De esa manera, y comparando los resultados con niños que no hubieran estado expuestos a la música intrauterina, veríamos realmente si hay algún efecto digno de mención.

¿Lo recomiendo?

Partiendo de lo que he explicado en la sección anterior, ni lo recomiendo ni no. Es decir, si a la madre (y al padre) les hace ilusión que el bebé escuche música desde el útero y eso les hace estar tranquilos, relajados, reafirmando su papel como padres cuidadosos, adelante, daño no va a hacerle.

Pero yo, particularmente, y viendo las débiles conclusiones de los estudios actuales, evitaría usarlo. Para empezar porque durante el embarazo siempre recomiendo a mis pacientes que intenten que su vagina esté libre de cosas artificiales. No desaconsejo el uso de vibradores, pero sí que aconsejo que se extremen las precauciones de limpieza. Por la misma razón, insertar un aparato electrónico en la vagina me parece poco necesario e, incluso, si la madre tiene tendencia a las infecciones, bastante desaconsejado.

Con el embarazo mejor no jugársela, no hace falta entrar en modo paranoico, pero tampoco deberíamos bajar la guardia. Háblale a tu bebé, que tu voz sí le llega, por las vibraciones que emite tu cuerpo. Y si te animas, cántale, cántale mucho, que tu música sí le llega y no hay nada más bonito que el canto dulce de una madre. Y sin tecnología de por medio.