Juegos en San Valentin

¿Cómo podía saber que supiera esas cosas tan fácilmente? Ella no se las había contado y, en cambio, estaba acertando todas las preguntas, y ella tenido que pagar con prendas cada vez que acertaba una.En el día de San Valentin no se creía que pudiera estar pasando eso, que ella tuviera que estar allí jugando al juego de Love or Lust como si no pasara nada, y encima acertando él. Pocas veces había conseguido acertarle ella, ¿acaso le estaba mintiendo?No, eso lo dudaba, el nunca le mentía, pero desde luego si seguían a ese ritmo ella quedaría desnuda antes esos ojos lobunos que tenía y ella no podría ocultar el deseo que tenía para con él.

Miró el tablero y contempló cómo le quedaban apenas unas casillas para llegar al final. Si él ganaba ella tendría que dejarse hacer de todo. Y lo malo es que, tal y como había ido el juego, quería dejarse hacer. Era demasiado adictivo, demasiadas actividades de juegos preliminares, de seducción, de amor… Había sido un acierto comprar ese juego, jugarlo en un día tan especial como ese, pero también ella quería ponerlo en aprietos.

Vio que él tiraba el dado y su ficha llegaba hasta el final. La miró y su boca bien parecía la de un lobo hambriento. Ella, solo con las bragas y sujetador, se levantó y retrocedió unos pasos que tomó su hombre para sí. Si, su lobo había despertado y quería a su presa, como la lujuria verdadera que era y había seguido en el juego.