O ¿por qué son menos empáticos que nosotras?
Una gran responsable de este hecho es la química hormonal que posee nuestro cerebro, por ejemplo la testosterona. Además de que el cerebro femenino y masculino procesa de manera distinta los estímulos y utiliza circuitos diferentes.
El cerebro del hombre posee cantidades de testosterona más elevadas que el cerebro femenino, y esto conlleva a diferenciar un cerebro masculino de uno femenino.
Como cita el neurólogo madrileño Hugo Liaño: “el influjo de la testosterona cuando el feto está formándose en el útero materno hace mucho más que establecer las características sexuales externas. En concreto, la testosterona potencia un cerebro masculino y la ausencia de testosterona lo feminiza”.
En zonas como el lenguaje y el oído, las mujeres tienen alrededor de un 11% más de neuronas que los hombres. Y el hipocampo es también mayor en mujeres que en hombres, zona dedicada a la memoria y las emociones.
Por otro lado, los hombres tienen dos veces y media más espacio cerebral dedicado al impulso sexual que la mujer. Por eso, mientras ellas son más emocionales y recuerdan mejor fechas y detalles, ellos son más impulsivos y piensan mucho más en el sexo.
Muchas veces nos olvidamos que aunque vivamos en una época de lo más moderna, nuestro cerebro mantiene los antiguos circuitos cerebrales que cuando vivíamos en plena naturaleza salvaje y por ende, actúa como tal.
Por ejemplo, en la prehistoria las mujeres tenían más tareas que los hombres. Necesitaban establecer lazos sociales, ayudaban en la resolución de conflictos, se dedicaban a la crianza de los hijos, a llevar simultáneas tareas, etc…
Esto provoca en el cerebro que el cuerpo calloso de las mujeres sea más denso que el de los hombres. El cuerpo calloso es el que se encarga de interconectar los dos hemisferios cerebrales, lo que da como resultado que ellas puedan hacer varias tareas intelectuales de forma simultánea.
Además, al ser ellas las responsables de poner cierto “orden social”, la mujer tiene una mayor densidad neuronal en el hemisferio izquierdo, ellas usan ambos hemisferios (bilateralidad) de forma que tienen una mayor capacidad para el lenguaje a diferencia del hombre.
Por ejemplo, mientras la mujer utiliza alrededor de 23,000 palabras al día, los hombres pronuncian sólo la mitad.
Por el contrario, el cerebro de los hombres posee un cuerpo calloso menos denso lo que provoca que se concentren más en una sola cosa, está capacitado para depositar toda su atención en una sola tarea, incluso disminuyendo la agudeza auditiva para centrarse en ella.
En el pasado, la única tarea del hombre era proveer a su familia de alimento para protegerla, lo que ayudó al hombre a poseer una mejor capacidad espacial, de concentración en una sola tarea y de orientación.
¿Curioso verdad?