¿Por qué se caracteriza la impotencia?
La principal causa de la disfunción eréctil se da a causa de problemas de estrés, de ansiedad y también por ciertas inseguridades que se puedan sufrir en el ámbito sexológico y de la pareja.
El estrés y la ansiedad están a la orden del día, vamos con prisas, acelerados a todos lados, con muchas preocupaciones que nos rondan en la cabeza a lo largo del día, situaciones específicas que nos alteran poco a poco sin darnos cuenta, acontecimientos que pueden marcarnos y que nos afectan en exceso, etc.
Todo esto puede hacer que se forme un cúmulo de síntomas físicos que nos pasan factura, y la falta de erección o impotencia puede ser uno de ellos.
Ansiedad y miedo al fracaso
El cuerpo experimenta los síntomas de ansiedad, y como hemos mencionado, entre ellos nos encontramos con síntomas característicos que se manifiestan en la cama, en este caso con dificultades claras para conseguir una erección.
A esto le podemos sumar, que conforme pasa el tiempo en sus relaciones sin una erección adecuada, el nivel de ansiedad aumenta haciendo más difícil la resolución del problema; transformando en un círculo continuo donde siempre se repite el mismo proceso.
Además, nos encontrarnos con un miedo al fracaso, con miedos a hacerlo mal, a que la pareja quede de nuevo decepcionada, vergüenza, culpabilidad, etc.
Cada persona tiene sus miedos particulares, y por tanto, unos pensamientos concretos a cerca del tema que pueden ser un gran obstáculo para una óptima erección que obviamente, generan estrés.
Estos pensamientos surgen de forma casi automática, suelen acompañar casi constantemente ante dicha situación impidiendo que las relaciones se consuman correctamente.
¿Tiene solución?
Por supuesto.
Lo primero que hay que hacer es darle a la pareja toda la información necesaria a cerca del problema que tienen, siempre previamente habiendo descartado una causa física, de enfermedad mental o farmacológica.
Así que hay que darles toda la información necesaria y explicarles que su principal problema es la ansiedad y los pensamientos que la acompañan.
La información y por tanto, la terapia la tienen que seguir ambos miembros de la pareja, cada uno con sus pautas y técnicas, pero ambos tienen que trabajar en ello. Esto hay que dejarlo claro porque muchas parejas piensan que el problema solamente reside en uno de sus miembros, dejando toda la responsabilidad sobre éste.
Acudir a un especialista
El Psicólogo/a- Sexólogo os dará unas pautas y técnicas específicas para seguir a lo largo de la terapia.
Así que si os encontráis en este tipo de situación, no tengáis vergüenza de acudir a vuestro psicólogo especialista, el sabrá como guiaros y ayudaros en la resolución del problema.