Dicho esto, hay que tener en cuenta que la mejor herramienta que existe para llegar al orgasmo está en nuestra cabeza.
Muchas veces hemos hablado de lo frustradas que se sienten muchas mujeres a causa de no encontrar el orgasmo exclusivamente por penetración, y es que se nos olvida que el orgasmo se produce con una estimulación directa o indirecta del clítoris.
El clítoris se extiende por el interior de la vagina a través de sus raíces y sus numerosas terminaciones nerviosas que también llegan a la entrada de la vagina. Concretamente, el clítoris puede alcanzar a medir hasta 13 centímetros y esta prolongación interna está ligada a la conocida zona del “punto G”.
La vagina es un conducto muscular de entre 7,5 y 10 cm. de largo, este conducto es el que comunica la vulva con el cuello del útero. Ya sabemos que la vagina posee muchísima elasticidad y cuando una mujer se excita, ésta se lubrica, de tal forma que se hincha y se ensancha para acoger al pene.
Por tanto, el primer tercio de la vagina (4-5 cm aproximadamente) es la única parte con suficientes terminaciones nerviosas como para alcanzar el placer.
Como cita la doctora Odile Buisson del Hospital Saint Germain en Laye (Francia): “considero que el orgasmo por vía vaginal es básicamente un orgasmo clitoriano obtenido a partir de la estimulación de la vagina”.
Aparcad el mito, y desbancad esa idea falocentrica de que el orgasmo tiene que ir conducido únicamente por la penetración, ya que, el clímax puede estar en muchas partes del cuerpo.
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