6 consejos para fortalecer la pareja en verano

Llega el calor, el verano, el buen tiempo y los periódicos y revistas se llenan de artículos semi-catastrofistas anunciando que, después de las vacaciones, los índices de separación y divorcio se disparan. ¡Terror!

No hay de qué preocuparse, si realmente los dos miembros de la pareja quieren estar juntos, 15 días de vacaciones no van a hacer que decidan separarse para siempre. Pero sí es cierto que estaría bien esforzarse en seguir alguno de estos consejos, para afianzar la relación y no sólo que no se rompa después del verano, sino que salga fortalecida de él.

Aprovechad para fortalecer vínculos de amistad

No es necesario que lo hagáis todo juntos. Sí, tenéis vacaciones, sí, es posible que durante el año no os veáis demasiado, pero es importante que, además de hacer vacaciones “en pareja” hagáis también vacaciones “de pareja”.

Aprovechad, cada uno por vuestro lado, para quedar con aquellos amigos a los que no tenéis tiempo de ver durante el año, id de fiesta, pasáoslo bien al margen de vuestra pareja, incluso podéis hacer una pequeña escapada de dos o tres días con personas que no sean vuestra pareja.

¿Por qué esto os va a fortalecer como pareja? Porque os hará más fuertes individualmente, tendréis más sensación de libertad, de saber que estáis el uno con el otro porque realmente queréis. Además cuando volváis de vuestras fiestas por separado tendréis un montón de cosas nuevas para explicaros y habréis experimentado el “echaros de menos”.

Aprended a pactar

Pasaréis muchas horas juntos, vale la pena que ambos estéis cómodos y a gusto. Para eso es imprescindible que sepáis pactar el uno con el otro, que seáis sinceros y expreséis vuestras opiniones y vuestros deseos.

Haced cada uno una lista con todo aquello que os gustaría hacer en pareja durante estos días libres. Después buscad un sitio tranquilo y ponedla en común. Aquellas cosas en las que coincidáis, ya están decididas, son cosas que os apetecen a ambos. De las cosas en las que no coincidáis hablad sobre ellas, exponed vuestras razones para hacerlas o no hacerlas. Intentad incorporar al menos una de esas cosas en las que no coincidís a la lista de cosas para hacer los dos, pactad una “recompensa” por el esfuerzo:

Ejemplo: a mi me apetece ir a hacer una excursión a la montaña. A ti no. Bien, negociemos. ¿Cuánto rechazo sientes hacia esta propuesta? Un 3 en una escala de 10. Bien, podemos llevar a cabo esta actividad, y yo me comprometo a ir a jugar a los bolos un día, una actividad que tú has propuesto y que es de las que menos me importaría hacer.

Haced cosas el uno por el otro

Es el momento de dedicarle a tu pareja todo ese tiempo que no tienes para dedicarle durante el año. Haz que se sienta especial, recuérdale por qué te escogió a ti por encima de cualquier otro candidato o candidata.

¿Qué te parece ofrecerle un buen masaje con un aceite estimulante y fresco? O quizás seas un o una cocinitas y te apetezca prepararle su plato de verano favorito…

Demuéstrale que te importa y que quieres que esté bien. Pero que sea recíproco, como antes, si no se os ocurre qué hacer el uno por el otro, podéis hacer un listado y ponerlo en común, para que siempre que queráis tengáis a vuestra disposición los deseos del otro.

Disfrutad del tiempo libre

No os llenéis el verano de obligaciones. Las vacaciones son para relajarse, disfrutar y olvidarse de la rutina y las obligaciones. Está bien que aprovechéis un día si es necesario para limpiar a fondo la casa, o para ir a comprar a Ikea todo aquello que queréis poner nuevo. Está bien que un día lo dediquéis a estar con la familia de uno y de otro.

Pero no os obliguéis a hacer nada que no os apetezca. Es vuestro tiempo libre, el tiempo por el que habéis estado luchando todo el año, y vale la pena disfrutarlo para desconectar. Dormid hasta que el cuerpo os diga “basta”, comed a la hora que os apetezca, id a la cama tan tarde como queráis. Es vuestro tiempo, ya tendréis ocasión de cumplir con vuestras obligaciones cuando empiece la rutina de nuevo.

Aprovechad para experimentar sexualmente

¿Qué mejor momento para experimentar que durante las vacaciones? Estamos más relajados, tenemos más tiempo libre, no vamos tan cansados, solemos ir con menos ropa, comemos más ligero… Todo se une en verano para favorecer las mejores experiencias sexuales.

Busca a tu pareja, acaríciale la piel, aprovechad para daros un baño erótico en la playa o en la piscina para empezar a poneros a tono (vigilad, si estáis en un lugar público, no sea que os busquéis un problema, sed discretos). Algo tan simple como echarse crema después de las sesiones de sol y playa puede convertirse en un juego erótico fantástico “yo te doy cremita, tu me das cremita…”.

Algo que podéis hacer es haceros un masaje cuerpo a cuerpo con un aceite especialmente diseñado para embadurnaros de arriba a abajo (podéis ver el producto y las instrucciones aquí, más erótico imposible) o bien probar un vibrador muy especial que estimula tanto el clítoris de la mujer como el pene del hombre en penetración, una experiencia para descubrir.

Sorprendéos cada día

Empezad el día programando una sorpresa para el otro. Puede ser cualquier cosa, no es necesario gastar dinero ni dedicarle 4 horas, un masaje en los pies, unas entradas para una exposición especial, un desayuno en la cama, un conjunto de lencería sexy para que te lo pueda arrancar de pasión… ¡Creatividad al poder!

Es importante sorprendernos contínuamente, eso hará que la llama de la pasión y el amor se mantenga alimentada y vuestra relación de pareja salga fortalecida de vuestras vacaciones.

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