Falta de deseo en la mujer: ¿por qué se produce?
16 de septiembre de 2014 por Silvia Catalán | Posteado en Hablan expertos Factor Mujer, Silvia Catalán.Una de las principales preocupaciones de las mujeres (y de muchas de sus parejas) es la falta de líbido o de deseo sexual. Esta falta o disminución en el deseo de tener relaciones sexuales, ya sea solas o acompañadas, es muy común sobretodo en mujeres que llevan mucho tiempo en pareja estable o en mujeres que ya han superado su edad de menopausia, aunque se pueden dar fluctuaciones a la baja de la líbido en cualquier etapa de la vida de la mujer.
En este artículo vamos a hablar un poco sobre este fenómeno.
¿Por qué se produce la falta de deseo?
La rutina, el estrés, los nervios, las preocupaciones del día a día, los hijos, el trabajo, la casa… son muchas cosas durante el día a las que una mujer debe hacer frente y, por lo general, suele exigirse a si misma ser “la mejor” en cada una de ellas. Esta exigencia y esta capacidad para ocuparse de mil millones de cosas al día es fantástica, pero hace que la mujer acabe dejándose a si misma en un segundo (o tercer, o cuarto o quincuagésimo) plano.
El deseo sexual sólo se activa cuando le hacemos caso, dicho de una forma muy simple. Es decir, en los hombres el deseo sexual es muy fácil de identificar para ellos, cuando comienzan a sentir que empieza una erección, sienten deseo sexual, siempre y cuando todo funcione bien en el cuerpo y el cerebro del hombre en cuestión.
En la mujer este deseo sexual es más difícil de identificar, por lo general no les prestamos atención a nuestros genitales, por lo que es complicado que sepamos identificar, en la vorágine del día a día, cuándo estamos “receptivas” y cuándo no. Quizás piensas que las mujeres no podemos sentirlo ya que no tenemos erección. Y te doy la razón. Pero sí que tenemos un aumento de lubricación y una cierta sensación de “cosquilleo” en la vagina. ¿La has sentido alguna vez? Te aseguro que la sientes más de una vez al día, pero como no estamos atentas a ello ni le damos importancia, ¡no nos damos ni cuenta!
Las consecuencias de las relaciones sexuales
Además de este efecto, puramente fisiológico, que explicábamos antes, existe también un efecto de “disgusto sexual”. Es decir, ¿cuándo repito algo que hago, en general? Efectivamente, cuando ese “algo” me produce consecuencias positivas, me gusta y me hace sentir bien. Por el contrario si hay algo que me produce consecuencias negativas o no me hace sentir bien, intentaré por todos los medios evitarlo, ¿no es así?
Pues con el sexo, con las relaciones sexuales pasa un poco lo mismo, si no tengo una consecuencia positiva no tendré ningunas ganas de volver a repetirlo. Si voy sumando consecuencias negativas y me fuerzo a ello, al final no sólo no tendré ganas, sino que sólo de pensarlo me dará dolor de cabeza (del de verdad, no como una excusa).
Estas consecuencias negativas pueden ser por muchas razones:
- -Porque no he disfrutado durante la relación sexual
- -Porque durante la relación sexual estaba pensando en otra cosa
- -Porque tenemos problemas de pareja
- -Porque no sé cómo proporcionarme placer (y por lo tanto tampoco puedo indicarle a mi pareja cómo hacerlo)
- -Porque estoy triste o cansada
- -Porque al final de la relación sexual, aunque haya sido satisfactoria, mi pareja se gira y se duerme sin hacerme ni caso
- -Porque las relaciones sexuales me resultan dolorosas o incomodas
- -Porque me obligan a hacer juegos, posturas o prácticas que no me apetecen
- -Porque me siento sucia mientras mantengo relaciones sexuales
- -Porque me siento culpable por mantener relaciones sexuales
Vuestra Opinión también cuenta
Una de las razones por las que si tienes pareja disminuye tu deseo sexual es porque no te sientes valorada por tu pareja, porque se mete con tu cuerpo, con tu aspecto o no sientes que te valore, todo ello hace que tu autoestima dentro de la pareja baje y que no te sientas con confianza, ni segura ni querida ni apreciada
Hola Bego sinceramente te digo que una pareja que trata así a su chica no es una pareja de verdad, le animaría a que buscase otra porque con ese hombre no lo está viviendo
Estoy de acuerdo con Marisa, aunque sé que las cosas no son tan sencillas. Pero es cierto que cuando una pareja en vez de sumar positivismo y confianza, lo resta y nos hace sentir mal es que algo no va nada bien. Si necesitas consejo personalizado puedes contactar conmigo en http://silviacatalan.com
¡Ánimos!
Hola Marisa,creo que tienes mucha razón. Soy madre de dos chicos,y a veces pienso que no he sabido ser buena madre. Lo que más me preocupa son ellos,su bienestar y mi casa,con todo lo que ello conlleva. Estoy separada y tengo una pareja nueva,al principio el sexo era genial con el,pero desde hace algún tiempo…no me apetece hacer el amor,ni con el mi con nadie. Para colmo el es muy activo,demasiado diría yo,y busco excusas para no mantener relaciones con el,aunque cuando las tenemos son plenamente satisfactorias…. Me gustaría tener y sentir el mismo deseo que sentía,pero no se como hacerlo.
Hola Ana,
Gracias por tu comentario. Lo de ser “buena madre” es algo de lo que nunca llegaremos a estar convencidas. Tenemos un ideal de madre en la cabeza que nos hace autoexigirnos mucho a todos los niveles: familiar, social, emocional, de pareja, sexual, laboral… ¡No hay quien pueda dar el 100% en todo!
Iré escribiendo artículos sobre el deseo femenino y dando algunas claves para ir recuperándolo, no obstante, si quieres puedes contactar directamente conmigo en http://silviacatalan.com
Hola, en mi caso yo sí tengo un historial de muy mal sexo, desde que perdí la virginidad, que fue horrible, hasta ahora que han pasado 17 años. Nunca he podido disfrutar del sexo porque sencillamente no sabía que podía disfrutar de él, que tenía derecho a ello, que no sólo tenía que ser una muñeca al servicio del otro. Y es raro porque yo era una niña muy sexual y muy curiosa, pero todo eso me lo aplastaron en la pubertad haciéndome sentir sucia y repulsiva.
A parte de todo esto, que conlleva mucha carga de por sí, a mí no me pone el tener pareja en sí mismo, ya que cuando tengo algo tan fácil ahí disponible en todo momento, no siento ninguna necesidad de buscarlo ni ese misterio de la ausencia. Ya lo dicen: la falta hace el deseo.
No se si esto ayuda a alguien… Saludos!