Sorpresa en la fiesta

Los habían puesto separados, uno frente al otro, mientras, con una distribución algo loca, habían dejado a todos los hombres a un lado y a las mujeres frente a ellos, cada uno con su pareja, de tal modo, habían dicho para dejar que la conversación versara sobre dos temas diferentes sin que estorbaran o se superpusieran.

Pero daba igual la conversación… Tenerla delante y no poder llegar a tocarla estaba suponiendo algo mucho peor que no sabía si podría soportar. Encima ella estaba traviesa esa noche y ya le había dejado ver lo que escondía bajo su vestido escotado rojo, un conjunto de lencería que sabía él no podía controlarse cuando se lo ponía. ¿Qué esperaba? Como siguiera así la cosa sería capaz de lanzarse sobre la mesa a por ella para comérsela como un lobo hambriento.

Respingó al notar entre sus piernas algo que no esperaba y la miró a ella quien intentaba reprimir la risa mientras todos lo miraban a él. Al parecer se le había escapado algo más que el respingo. Escuchó la risa de ella a pesar de estar concentrado en comer para que los demás dejaran de mirarlo. Iba a matarla en cuanto tuviera oportunidad… matarla a besos y deseos.

Sintió de nuevo la pierna de ella acariciándole entre sus piernas y esta vez lo esperaba. Presionaba la pierna para estimular los muslos pero no llegaba hasta donde ella quería y eso la estaba frustrando. Lo notaba. Bien, así tendría un poco de castigo por ponerle en ridículo.