¿Toda mujer es multiorgásmica?

Esta pregunta tiene una respuesta sencilla, a tenor de los últimos estudios e investigaciones realizados: sí, Un sí rotundo que mantienen la mayoría de los investigadores de la materia.

La capacidad de ser multiorgásmica aparece en el momento en el que la mujer toma las riendas de su sexualidad y empieza a quererse, a desearse y, sobretodo, a entenderse a si misma. Es decir, en esencia toda mujer es multiorgásmica. Todas tenemos esa capacidad de experimentar el placer intenso de un orgasmo encadenándolo al siguiente.

Puede ser que estés leyendo estas líneas y te estés diciendo a ti misma: “no, yo no soy multiorgásmica”. Puede ser que no lo hayas sido hasta ahora, pero no tires la toalla todavía, créeme, con un poco de aprendizaje y práctica, puedes llegar a desarrollar tu yo-multiorgásmico.

¿Qué necesitas para ser multiorgásmica?

Primero de todo, paciencia y curiosidad. Estos dos elementos serán indispensables para iniciar tu búsqueda del placer encadenado. Además, necesitarás mucha práctica y, quizá, alguna ayuda externa inicial (no necesariamente humana).

También vas a necesitar relajarte, piensa que la búsqueda del multiorgasmo debe ser una búsqueda placentera, centrada en tu deseo, tu placer y tu diversión. No te obsesiones con ello, al final lo que cuenta en el sexo (tanto sola como acompañada) es pasarlo bien y disfrutar. Es posible que necesites algún tiempo de práctica, disfruta con ello, seguro que aprenderás muchas cosas de ti misma y de tu cuerpo.

Piensa que cada mujer es un mundo, y no a todas nos gusta lo mismo ni con la misma intensidad. Es por eso por lo que deberás hacer un buen entrenamiento, para poder descubrirte y caminar directa hacia el placer.

Empieza practicando contigo misma

Esto es imprescindible, ya que será la única manera de descubrir realmente qué es lo que te gusta a nivel sexual. Aquí van algunos consejos para que te descubras y empieces tu camino hacia el multiorgasmo:

. Escoge un momento del día en el que puedas estar tranquila, contigo misma y sola. Relájate, sírvete una copita de un buen vino, aromatiza la habitación con tu esencia preferida, pon un poco de música relajante…

. Ponte a tono. Puedes empezar leyendo un relato erótico, o viendo una película erótica o pornográfica especialmente pensada para ti. También puedes, simplemente, imaginar aquello que más desearías.

. Acaríciate sin prisa. Descúbrete, siente cada centímetro de tu piel bajo tus dedos. Disfruta de las sensaciones de calor y suavidad de tu cuerpo.

. Puedes utilizar, para aumentar la excitación, un lubricante de efecto orgásmico que ayuda a la estimulación del clítoris, para aumentar las sensaciones.

. Deja que te inunde el primer orgasmo, déjate llevar, disfrútalo. Cuando haya finalizado no te abandones en la sensación de placer post-orgásmica. Esto es lo que has hecho hasta ahora. Prueba a ver qué pasa si sigues adelante con la estimulación: puedes simplemente cambiar de posición o introducir un juguete erótico nuevo. Los ideales para este efecto son los que estimulan directamente el clítoris de forma externa o que al introducirlos acarician el punto G.

Es posible que la primera vez que lo intentes sientas que no puedes continuar después del primer orgasmo. No te preocupes, es normal, tu cuerpo no está acostumbrado y necesitará un tiempo de reposo. Vuelve a intentarlo más tarde u otro día cambiando las técnicas y experimentando hasta que descubras cómo llegar al placer después de haber llegado antes.

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