Puede que lo que vamos a tratar en este post cree un poco de controversia entre nuestros lectores…Pues la existencia o no de la monogamia es algo que se nos han inculcado de forma casi obligatoria en nuestra sociedad Occidental. La monogamia se divulgó a todas las colonias, y de ahí al mundo occidental en el que vivimos actualmente.
Y por supuesto, no hay que olvidar las fuertes raíces de la cultura Judeo Cristiana que mayormente poseemos, la tradición judeo cristiana sólo concibe la monogamia como la única manera normalmente moral y natural de sexualidad.
Pero todo esto sin dejar atrás el ambiente social y político en el que estamos envueltos; repletos de normas que también descalifican cualquier otro tipo de relación que no sea monógama.
Nuestra sociedad considera que se trata de un engaño y una traición cualquier relación que se de fuera del vinculo de la pareja, ya sea un poco de filtreo o ligoteo, una relación romántica y ni que hablar de mantener relaciones sexuales.
De alguna forma estamos condicionados inconscientemente, ya que nos han inculcado que tiene que ser así, que el objetivo es encontrar a esa pareja ideal basada en un único vinculo de pareja estable.
Pero parece ser que esta tendencia monógama en la que estamos inmersos queda muy alejada de la naturaleza biológica de la que estamos hechos. Las tendencias naturales, mayormente, discrepan mucho de la monogamia.
Ahí van algunas curiosidades:
-Las estadísticas muestran que la infidelidad es reconocida por al menos el 50% de los hombres occidentales
-Al menos un 30% de las mujeres reconocen que engañan a sus maridos
-De 4.000 especies de mamíferos, solo unas docenas viven en pareja
-De 185 sociedades humanas estudiadas, solo 29 practican la monogamia…
-Incluso los animales más solitarios como los orangutanes o los osos negros, practican el sexo con más de una pareja
-De las sociedades humanas que han habitado en nuestro planeta hasta la fecha, en un 83% se ha practicado de forma normal la poligamia.
-Los pingüinos emperador solo son monógamos de forma seriada. Solo permanecen con la misma pareja un año; la fidelidad entre temporadas es sólo de aproximadamente el 15%.
Y es que a quien no le ha ocurrido que aunque estando felizmente en pareja, no ha podido evitar mirar con deseo a otras personas. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, está en nuestros genes.
Si retrocedemos miles de años atrás, desde la prehistoria vivíamos en grupos igualitaristas donde se compartía todo, desde el cuidado de los niños o la comida y herramientas, hasta las parejas sexuales.
Es más, la cultura económica de la que nos rodeamos actualmente, quiere que vivamos aislados como parejas porque así gastamos más dinero, no compartimos. Pero estamos en un punto de cambio continuo, en el que cada vez hay menos dinero…Estamos en un punto de la historia en que las cosas cambian rápidamente.
¿Será que volveremos de alguna forma al origen donde valores como la libertad, la igualdad o una relación más sana con la naturaleza empiecen a volver?
Bien, que no cunda el “pánico”. Aunque seamos naturalmente infieles por naturaleza (valga la redundancia), también poseemos la capacidad de controlarnos y reprimirnos a ello. Tu puedes decidir perfectamente ser monógamo (sobretodo por la sociedad en la que nos encontramos) y puede ser una decisión sana, inteligente y ética. Pero ser monógamo no cambia el hecho de que por naturaleza no lo seas, viene escrito en nuestro ADN.
De hecho, somos la especie que mas piensa en el sexo… Las mujeres podemos acceder a tener sexo perfectamente sin tener que estar precisamente ovulando, y esto solo ocurre con los delfines, los bonobos y los humanos. ¡¡Disfrutamos del sexo!!
Un dato curioso
de media, hasta que llega el momento en el que engendramos a un niño, hemos llevado previamente a cabo al menos más de mil actos sexuales.
Dicho todo esto y sabiendo hoy en día lo que se sabe, solo me queda decir que cada pareja tiene que encontrar su manera de ser feliz.