Orgasmo Vaginal vs. Orgasmo Clitoridiano

No es poco frecuente que me encuentre en consulta con mujeres que tienen problemas para llegar al orgasmo. Algunas comentan que jamás han llegado y que no saben ni siquiera cómo se siente uno. Otras comentan que llegan a veces, pero solo cuando están solas, nunca en pareja. Otras dicen que depende del día, que hay días que sin problemas, y otros que no hay manera.

A todas ellas, lo primero que les digo es que no se preocupen más, que lo que les pasa es completamente normal, que les pasa a muchísimas mujeres y que están en el sitio adecuado para trabajarlo y conseguir mejorar esa vivencia del placer y las relaciones sexuales.

En casi todos los casos a partir de ahí se inicia una terapia sexual y psicológica que acompaña a estas mujeres al descubrimiento de su cuerpo, de su placer y, sobretodo, de sus pensamientos y emociones alrededor de la sexualidad.

Pero hay un grupo de mujeres que están preocupadas porque no consiguen alcanzar un orgasmo vaginal. Y a estas, por lo general, las veo sólo una sesión. Normalmente comentan que sí tienen orgasmos clitoridianos, que no tienen problema para alcanzar el clímax cuando les estimulan el clítoris, o cuando les hacen sexo oral, o penetración con los dedos, pero que no hay manera de tener un orgasmo (o que les cuesta mucho) mediante penetración con el pene.

Orgasmo Vaginal vs. Orgasmo Clitoridiano

El clítoris es una parte del cuerpo femenino que despierta interés, pasiones y mucha curiosidad. Es la única estructura del cuerpo humano que sirve únicamente para el placer. No tiene ningún otro cometido, sólo proporcionar placer a su portadora. Un lujo reservado únicamente a las mujeres.

La vagina, en cambio, es una parte del cuerpo femenino que tiene una función biológica muy concreta: la reproducción. No sirve para nada más. Es una vía directa hacia el útero y, por lo tanto, es la única manera en que el espermatozoide puede llegar a su destino: el óvulo. Y una vez el óvulo se ha fecundado, y pasan 9 meses, la vagina cobra todo su protagonismo haciendo de canal de parto. Ese es su cometido principal.

Dicho esto, reflexionemos. Está claro que cuando se estimula (adecuadamente) el clítoris y las zonas colindantes, la mujer, en general, siente placer. Este placer puede llegar a ser tan intenso que desemboque en un orgasmo.

Pero cuando estimulamos la vagina por dentro, ¿qué sucede?

Pues, en general, que no sucede nada. Es decir, el tejido de la vagina no es un tejido muy sensible. Imagináos que fuera igual de sensible que el clítoris… ¿qué creéis que pasaría cuando diéramos a luz? Exacto, nos desmayaríamos del dolor y, probablemente, la especie humana se hubiera acabado en un primer momento.

Así que por un motivo puramente biológico, la vagina no está diseñada para dar placer.

Entonces, ¿porqué algunas mujeres son capaces de tener orgasmos con penetración?

La estructura del clítoris

La respuesta a esta pregunta tiene mucho que ver con la estructura del clítoris. Y con la habilidad de la mujer en cuestión e incluso con la de su pareja.

La estructura del clítoris es como mostramos en esta imagen:

El clítoris es toda esa estructura pintada de rosa más fuerte que el resto. Sí. Eso es. Y lo que nosotros vemos es solo el glande del clítoris, pero como veréis es una estructura bastante grande que abraza toda la vagina por su parte exterior.

Esta estructura es la misma exactamente que la del pene, pero en el pene, los dos cuerpos cavernosos (indicados en la imagen como “pilar del clítoris) están juntos y recubiertos por una serie de músculos, venas, arterias y demás, que forman el pene propiamente dicho.

Así pues, cuando las mujeres nos excitamos, nuestro clítoris se llena de sangre y se erecta. Por supuesto, es una erección mucho más discreta que la del pene, pero es una erección, al fin y al cabo. Los cuerpos cavernosos del clítoris se inflan y se vuelven más sensibles a la presión, por lo que, si en ese momento introducimos los dedos o un pene, o un vibrador en la vagina, puede ser que indirectamente estemos estimulando esa estructura y que, por lo tanto, eso sea lo que desencadena el orgasmo.

Es decir, bajo mi punto de vista no existe tal cosa como un “orgasmo vaginal”, es un orgasmo clitoridiano indirecto, si queréis.

¿Por qué hay mujeres que no llegan al orgasmo por vía vaginal?

Pueden haber muchas razones. Relacionado con lo que acabamos de explicar, puede ser que la mujer, por alguna razón, no esté suficientemente excitada y, por lo tanto, los cuerpos cavernosos de su clítoris no estén tan “inflados” como deberían y, por lo tanto, al hacer penetración no se estimulen indirectamente.

También podría ser que la mujer no esté suficientemente lubricada y que, en el momento de la penetración, haya demasiado rozamiento, que desencadene un poco (o un mucho) de dolor y, por lo tanto, la excitación baje y se desinflen los cuerpos cavernosos.

O también podría ser que no se esté ejerciendo la presión necesaria para estimular indirectamente el clítoris. Eso suele suceder cuando hacemos una penetración con el pene. El pene es un elemento estático en el sentido de que no se mueve hacia los lados, por lo tanto no puede hacer cambios de presión sobre los cuerpos cavernosos del clítoris. Es por ello por lo que es más difícil llegar al orgasmo a través de la penetración con el pene, y en cambio, con los dedos, puede ser más fácil, los dedos pueden ejercer más presión a los lados de la vagina y estimular, indirectamente el clítoris.

Consejos para llegar al orgasmo por vía vaginal

El primer consejo es: no te obsesiones. No es una competición, si no llegas al orgasmo por vía vaginal, pero sí por estimulación directa del clítoris, disfruta de los orgasmos y de la búsqueda de nuevas sensaciones, pero no te obsesiones con conseguirlo. Al final el sexo es disfrutar, no conseguir un premio.

El segundo consejo es: practica contigo misma y descubre cómo estimular indirectamente tu clítoris. Introduce tus dedos en tu vagina cuando estés excitada y presiona levemente las paredes vaginales, hazlo también con un dildo (este por ejemplo puede ser ideal) o con un vibrador (como el stronic o el liv 2 de lelo) y comprueba cómo cambian las sensaciones.

El tercer consejo es: estimula directamente tu clítoris mientras haces penetración. Lo puedes hacer con tus dedos o bien con un vibrador pequeñito como este, o con un juguete para parejas como este. También puedes utilizar una crema especial que estimula el clítoris y que hará que tengas sensaciones diferentes.

Y, sobretodo, disfruta, experimenta, juega y ¡pásatelo bien!