El Bondage es una práctica clave que entra dentro de los juegos BDSM. ¿En qué momento de tu vida te empiezas a interesar y adentrar en el mundo del BDSM?
Pues fue hace unos 8 años, ahora tengo 31. Y mis inicios fueron con el Spanking.
Resulta que hablando un día con un amigo que conocí en un foro de cine, salió el tema del cine erótico y las prácticas BDSM que abundan en él. Por ejemplo Historia de O, Emmanuelle, Círculo Vicioso… y me contó que él practicaba el Spanking.
Yo muy curiosa siempre, le dije que me contara en qué consistía esta práctica.
Me lo explicó de una forma parecida a un “juego de roles” para que yo lo entendiese; dónde uno de ellos, dominante, es el azotador y el otro el azotado. Por ejemplo: Profesor – alumna , padrastro – hija …
Y además me aclaró que existía una palabra clave para detener el juego, en el caso de que la persona azotada no aguantara más y quisiera poner fin. Todo esto que me contaba me atrajo y le dije de probar.
Y fué en ese momento en el que realmente empecé a adentrarme un poco en el mundo del BDSM.
-Entiendo. Spanking es un nuevo término que seguro que muchos de nuestros lectores habituales no conocían.
¿Recuerdas la primera vez que fuiste atada? Cuéntanos como transcurrió la situación.
La primera vez que me ataron fué un poco después de probar con el Spank.
Estaba en un local liberal que por aquel entonces frecuentaba y vino un chico de Barcelona que practicaba el Bondage de forma profesional, vino todo preparado. Recuerdo que hablando con él del tema me dijo que si me habían atado alguna vez y le dije que aparte de esposas en muñecas, o juegos con cuerdas en la cruz de San Andrés, poco más había probado…
Entonces me propuso si quería ser atada y por supuesto le dije que sí.
Me ató a una barra americana. No recuerdo muy bien por qué parte de mi cuerpo empezó, pero sí recuerdo que me excitaba mucho, fué suave. Y cuando terminó de inmovilizarme, estaba con una pierna semi flexionada atada y a su vez atada a la barra, y el resto de mi cuerpo, dejando libre mis pechos, estaba todo “enredado” por las cuerdas.
Ahí estábamos los dos, a la vista de los demás clientes del local. Entonces sacó una fusta. Empezó a azotarme suavemente, a acariciarme, a susurrarme obscenidades al oído… ¡Fué bastante excitante! Pero sí he de decir que pasado un tiempo empecé a sentir molestias. Quizás yo sea más light, pero me gustó la experiencia.
-Bueno, tuviste el valor de ser atada en público por primera vez. Interesante.
Y ahora que ya estás adentrada desde hace varios años en el BDSM. ¿Esos pensamientos primerizos han cambiado mucho? ¿Qué piensas actualmente cuándo te atan?
En realidad no, no han cambiado apenas. Me sigue sobreexcitando sentirme presa de un Amo dominante. Pero como ya dije antes, por lo que conozco de este mundo, en una versión más light. Dentro de mis límites.
-Y volviendo a tu primera vez, ¿llegaste a sentir miedo, incluso pánico en algún momento en concreto?
No, en absoluto. Me sentía bien, tranquila, pues sabía por la forma de comportarse y de actuar, de su manejo con las cuerdas, que estaba en manos de un experto.
Sólo eso que te he comentado, pasado un rato de estar atada y sometida, empecé a sentir molestias y bueno… También quería ser liberada para “desatar” esa excitación sobre el hombre que me estaba sometiendo.
-Por supuesto, es sumamente importante que este tipo de practica la ejerza una persona entendida en ello.
Y cuándo te desataron las cuerdas ¿qué emociones sentías?
Pues como dije antes, la excitación que sentí desde un principio se me desató en cuanto fui liberada. Sentí como la sangre recorría mi cuerpo, mi piel enrojecida por la presión de las cuerdas palpitaba. El estar atada me gustó, pero ser liberada por el hombre que me había sometido… me excitó más.
-¿Pensaste en ese mismo momento en repetir?
Sí. Me encanta probar todo tipo de juegos sexuales y para mí fue de lo más excitante.
-Cuéntanos qué es lo que normalmente puede hacer tu compañero sexual una vez inmovilizada, sin poder tener el control sobre tu cuerpo. ¿Cómo te sientes?
Pues realmente hace conmigo lo que quiere. Me “atormenta”, me azota, me acaricia, me hace esperar, no sabes si toca mano dura o mano blanda.
Me siento indefensa, estoy a merced de esa persona. Y eso, siempre evidentemente todo consentido y pactado… me excita muco.
-¿Y verbalmente que cosas o instrucciones puede darte durante la sesión erótica? Y ¿cómo te hace sentir?
¡Uf, muchas! Blasfema, me dice “guarrerías”, me “insulta”, me “humilla”. Me hace callar o hablar a su antojo. Me corta mientras le hablo. Me dice que le pida más, me hace rogarle…
Me hace sentir vulnerable durante la práctica, me place sentirme sucia, usada, “puta”. Eso me excita muchísimo.
-Y personalmente, ¿por qué crees te atrae tanto el sentirte dominada y atada?
Pues si te digo la verdad, en mí día a día me considero bastante dominante. Pero me gusta liberarme y estar “del otro lado” sexualmente.
-Entiendo, una forma de liberar tu “yo”.
Para ti, el Bondage, ¿es algo imprescindible en tus prácticas sexuales para sentirte excitada? O ¿Puedes prescindir de él para el disfrute erótico?
Puedo prescindir. Me gustan todo tipo de prácticas sexuales. Pero lo mucho cansa.
Creo que la gente como yo, lo que buscamos es no caer en una monotonía sexual, sino en estar aprendiendo constantemente y probando nuevas experiencias.
Si lo necesitase siempre, sería un problema y seguramente terminaría por aburrirme.
-Exacto. Es importante destacar que no es una obsesión de la que no se pueda prescindir, sino una preferencia. De lo contrario, se tendría un problema.
¿Crees que cuesta mucho adentrarse en el mundo BDSM y encontrar gente seria que se dedique a ello?
Dependiendo del ambiente en el que cada uno se mueva. Yo me muevo en ambientes de sexo. Y ahí es más fácil encontrar gente con tus mismos gustos.
Hasta ahora, la gente que conozco, tanto los dominantes como los sumisos, sí son gente seria. Aunque ahora, con el boom de Grey, creo que al estar de “moda” más de uno y una se meterá sin conocer. Desde que salió, dije.. “alguien acabará haciéndose daño” y efectivamente hace poco leí una noticia del fallecimiento de una mujer a manos de su pareja jugando a Grey.
-Sí, sin duda hay que nutrirse de mucha información y ser conscientes de lo que se hace y con quién. No es un juego al que probar, es un mundo del que aprender.
¿Dónde le recomendarías a una persona que buscara para poder conocer mejor el BDSM?
Pues aunque no sea mucho de fiar, por la red. Primero que se informase bien y luego que buscase blog’s o foros de BDSM adecuados.
Si encuentra los apropiados, seguro que podrá encontrar gente con la que pueda quedar y empezar a conocer el mundo del BDSM. ESO sí, yo nunca lo haría a solas con una persona que no conozco, jamás.
También hay lugares públicos, mazmorras, locales liberales, etc… En los que se pueden ver y realizar dichas prácticas. Así al estar rodeado de más gente es más seguro que quedar con alguien de buenas a primeras que no conoces de nada.
-Sí, hay que estar alerta y llevar mucho cuidado cuándo decides dar el paso de conocer a alguien. De hecho, hay gente que se puede aprovechar.
Y ¿alguna vez has sentido que tu vida corría peligro practicando Bondage?
No, en absoluto. La confianza es esencial.
-Para ir terminando esta entrevista, ¿nos contarías alguna sesión Bondage que recuerdes especialmente?
Claro que sí.
Pues fué en mi último cumpleaños, lo celebré en un local liberal. Vino un Amo amigo de una amiga. Vino provisto de todo su “kit” y había toda clase de artilugios: mordazas, collares de pinchos, fustas, esposas, antifaces, cadenas…
Me pusieron un antifaz, el collar de perro, me amordazaron y me llevaron a la mazmorra. Yo llevaba unas medias de rejilla, iba sin braguitas y un top transparente por el que sacaron mis pechos.
Allí el Amo me ató a la cruz de San Andrés. Cómo no lo habíamos preparado, me preguntaba al oído si todo iba bien constantemente. Y sí…¡¡todo fue genital!!
Luego, después de liberarme de las cuerdas, me paseó como a una perra y me ofrecía a los chicos y chicas que había por el local. Eso me excitó muchísimo, la verdad.
-¡Un cumpleaños memorable, sin duda!
Cómo última pregunta, ¿qué consejos le darías a nuestros lectores interesados en probar el Bondage?
¡¡INFORMACIÓN!! Para hacer algo bien, hay que saber. Que busquen información, que estudien, que encuentren a la gente adecuada… Pues atar no es nada fácil y no queremos heridos.
Y poco más, que si quieren probar adelante. Sólo así sabrán si esta alternativa sexual, orientación para muchos, les puede llegar a resultar satisfactoria y placentera. Siempre haciéndose adecuadamente.
-Nunca nos cansaremos de decir lo importante que es la información real y adecuada. Gracias por tu colaboración y ha sido un placer.
Gracias a vosotros, encantada.
*El nombre real del entrevistado ha sido sustituido por otro para reservar el derecho al anonimato.
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