Esta “literatura erótica” previa puede ser el comienzo al siguiente paso: ¿y si nos ponemos la cam?
Bueno, hay gente que pasa directamente a la webcam y se deja llevar…
Esto puede ser y en muchas relaciones lo es, un maravilloso método para colmar sus ansias sexuales.
Jugar a través de la cam puede llegar a ser altamente excitante: morbosear con esa persona que tanto deseamos, verla coquetear para nosotros, insinuar intencionalmente, despojarse poco a poco de la ropa, ver como recorre su cuerpo mientras observas, explorar mientras el tuyo…
Tenéis un sinfín de juegos que podéis utilizar para poneros a tono a través de la pantalla… ¡Imaginación!
Pues sí mis queridos lectores, desde los más remotos tiempos el hombre ha manifestado sus impulsos y tendencias sexuales de formas muy diversas y distintas. En la actualidad, aunque aun nos queda mucho camino por recorrer, la manera de manifestarla es más abierta, y claramente esto se ve en Internet.
El escenario virtual en el que nos vemos envueltos en la vida cuotidiana, se expone a las fantasías y deja vía libre a nuestra imaginación, ya que este medio permite establecer todo tipo de relaciones. Relaciones que siempre deberían ser toleradas por ambos miembros que la comparten.
Nuestras fantasías se van acoplando a nuestro contexto…
La distancia física y temporal se acorta y tiene como solución está útil y rápida herramienta, que a su vez es capaz de crear un vínculo afectivo potente, incluso “romántico”, que añade cierto peligro y morbo hacia lo desconocido. Y esto ocurre una vez más, porque nuestro cerebro es inundado por la dopamina.
Mirad muy bien con quien jugáis
Por último, aconsejaros que cuando decidáis jugar por webcam, tened bien claro con quien lo hacéis, que tengáis la suficiente confianza con esa persona… porque de lo contrario, podría grabaros o haceros fotos durante el juego erótico y luego jugaros una mala pasada utilizando esos vídeos/fotos sin vuestro consentimiento ¡Ojito!
Dicho esto, a disfrutar navegantes 😉
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