El sexo Tántrico proviene de orígenes indios y tibetanos… enmarcado en el contexto del Tantra.

¿En que consiste

Adentrarnos en este mundo, es separarnos por un momento de la mera visión coitocentrista que envuelve nuestra cultura y sociedad…y elevarnos hacía un mundo casi mágico lleno de nuevas sensaciones.

Cuando se menciona que el Tantra puede ser el culto del éxtasis no está muy lejos de la verdad. El sexo tántrico nos enseña que el orgasmo tal cual lo conocemos, no se produce solamente a nivel genital sino que va más allá de todo eso… pudiendo llegar a sentir el placer del orgasmo en todo nuestro cuerpo, puro éxtasis.

El orgasmo no es lo más importante

El problema que tenemos hoy en día, es que vamos centrados a un solo objetivo: conseguir el orgasmo. Nos centramos tanto en su consecución futura…que nos olvidamos de disfrutar del camino presente en todas sus vertientes.

Realmente, es difícil llevar a cabo la técnica tántrica original, requiere dedicar mucho tiempo para ambos y concentración, factores que se alejan del estrés habitual que enmarca nuestra rutina cuotidiana y sexual.

Pero si podemos aprender a sacarle beneficio a algunos consejos y técnicas que nos ayudarán a generar nuevos estados eróticos de conciencia, mejorando la experiencia sexual.

Algunos consejos

Esta práctica requiere tiempo, así que olvidaros de las prisas, del tic tac del reloj y dejad el mundo que os rodea en modo Off para adentraros en esta experiencia.

Primero tened conciencia de olvidaros del sexo tal cual lo conocemos, tenéis que estar ambos dispuesto a adentraros en un papel más espiritual.

Preparad la habitación como si de un templo se tratase, cuidad el detalle, tened a mano fruta, iluminad la estancia con la tenue luz de las velas (os pueden ir muy bien las velas de aceite aromáticas), y llenaros la habitación de flores frescas, aromáticas… poned un poco de música relajante muy bajita.

Tened a mano varios aceites esenciales para masajes, con distintas fragancias para ir combinando sobre el transcurso de esta mágica velada.

1ª fase, las miradas

Sentaros desnudos uno en frente del otro y miraros directamente a los ojos, sin tocaros. Cerrad los ojos y sentid vuestra respiración, céntrate en como entra el aire en tu cuerpo y lo inunda, y como se despide lentamente hacia fuera. Concentraros en esa respiración, si es posible exhala el aire de tu pareja cuando lo suelta para introducirlo dentro de ti y viceversa. Dedicarle tiempo…

2ª fase, las caricias

Ahora coge alguno de los aceites que teníamos previamente preparados, y embadurnaros bien las manos, es el momento de recorrer con una suave y delicada presión el cuerpo de la pareja. Evita los genitales y el pecho… déjalo para el final. Olvida las prisas y siente como se eriza la piel de tu pareja, llega incluso a sentir el propio placer de masajear a la otra persona siendo tu el que das  placer… transmítelo con caricias y disfruta, disfruta del presente.

3ª fase, los besos

Daros un minuto de descanso y saboread un poco de fruta, daros de comer mutuamente con suavidad…llega el momento del beso. Acostaros cómodamente uno en frente del otro, miraros fijamente y acercarnos poco a poco para empezar a rozar los labios de vuestra pareja. Cierra los ojos, siente la respiración y piérdete en ese beso.

Poco a poco deja que fluya y expande ese beso a las distintas zonas de su cuerpo, besaros lentamente, disfrutando de cada roce de los labios en la piel… Puedes llegar entonces a los genitales y saborearlos pausada y delicadamente, sintiendo cada movimiento del roce de la lengua. Una vez más, dedicarle tiempo.

4ª fase, la penetración

Ahora hacemos una nueva pausa, volvemos a mirarnos, a comer un poco de fruta, a besarnos poco a poco… e introducimos el momento de la penetración, una penetración distinta. Sentaros uno en frente del otro y dejad que entre primero el glande, disfruta de ese momento, vívelo… y poco a poco sentirás como la vagina dilata más para introducir el resto del pene, mantenlo quieto dentro de ella. Poco a poco la vagina empezara a contraerse por si sola rítmicamente, disfrutad de esos momentos sin prisa, puede prolongarse muchísimo en esta etapa el tiempo…mas bien olvidaros de él. La meta es que dejéis de ser dos cuerpos para convertirnos en un uno solo, en una sola alma.

5ª fase, el éxtasis

Cuando veas que se puede acercar el momento de la eyaculación, retira suavemente el pene y pospon el orgasmo, volved a besaros, a acariciaros, a usar aceite, a tomar conciencia de la respiración….y de nuevo iniciad el momento de la penetración estática.

Llegará un punto, en el que si de verdad os habéis olvidado de la meta de siempre y os habéis centrado realmente en vivir cada instante y cada detalle de la velada, estaréis inmersos casi en un éxtasis de sensaciones y de emociones nuevas, podemos hablar incluso de horas manteniendo esta excitación…déjate de llevar y hazle el amor a tu pareja lentamente, entonces deja que se produzca el orgasmo y abandónate más allá del placer en cada rincón de tu cuerpo.

Inolvidable paraíso sexual.