Podemos decir que el amor es casi una necesidad fisiológica… todo un impulso repleto de conductas imprevisibles ¡Y de las mejores sensaciones descritas por el ser humano!Cuando nos enamoramos, se activan hasta 12 áreas a nivel cerebral y se produce una fiesta química de dopamina, adrenalina, oxitocina, serotonina, norepinefrina, arginina, etc…
Hoy quiero presentaros a un neurotransmisor muy poderoso y relacionado con el amor: la DOPAMINA.
¿que es la Dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor que esta íntimamente relacionado con las emociones y las sensaciones de bienestar, de placer. Y actúa en nuestro cerebro como si de una droga se tratara.
Por ejemplo, las adicciones en si mismas provocan dopamina, los opiáceos son ejemplo de ello, éstos producen dopamina a nivel cerebral… ¡y el amor también!
Pero el amor es una adicción mucho más sana y positiva, aunque puede convertirse en ansiedad ante el rechazo de esa persona que tanto nos atrae. Ese “colocón” de dopamina afecta a la capacidad de concentración, a la euforia y crea dependencia, síntomas de una adicción.
El amor actúa a nivel cerebral como un sistema de recompensa y nos motiva a conseguir una meta clave, nuestro premio: el ser amado.
Este sistema de recompensa se da en el Nucleo caudado, una primitiva región relacionada con el sistema de recompensa del cerebro, de la sensación de placer, de la excitación, del bienestar…
Por eso nos adaptamos a la persona, cambiamos parte de nuestra personalidad, buscamos cosas en común, cosas que compartir… porque la dopamina tiene un efecto en nosotros que nos motiva a cambiar.
¿No te ha pasado nunca que la atracción que sientes hacia otra persona aumenta cuando ésta es un tanto misteriosa?
Esto ocurre porque la novedad nos encanta, esa persona nueva que acaba de entrar en nuestra vida y acumula un misterio casi indescifrable… Una vez más, esto ocurre porque la novedad activa la dopamina.
Aunque por supuesto, no debemos olvidarnos de nuestra querida amiga la genética, lo atractivo es un indicador de buenos genes, que influyen por ejemplo en la atracción física de la que ya hemos hablado en otras publicaciones. Recordad, que ésta hace que busquemos personas muy similares a nosotros y compatibles inmunológicamente, entre otros factores.
Además, cabe destacar que para ‘enamorarnos’ debemos estar predispuestos a querer enamorarnos en ese momento de la vida, cosa que no ocurre siempre.
Y el entorno es otro factor muy importante, pues solemos enamorarnos de personas más bien cercanas.
Por último, no nos olvidemos de la personalidad de esa persona y su influencia a nivel intelectual, cultural y personal sobre nosotros; tan compatible con la nuestra.
Y tu, ¿te has sentido identificado?
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