Archive for the ‘Ideas eróticas’ Category

Más allá de unas compras

marzo 13th, 2013 by Encarni Arcoya | No Comments | Filed in Ideas eróticas, Relatos eróticos
Era un aburrimiento. Ir a comprar ropa siempre lo era. Con lo fácil que era coger un pantalón de la talla y comprarlo, no tener que decidir entre varias marcas y modelos, mucho menos tener que probárselos todos. Miró a un lado del probador, a la enorme pila de pantalones. Solo había empezado a probarse y ya estaba harto de bajar y subir pantalones.

La cortina ondeó dejando aparecer a una mujer decidida como si no le importara lo que estaba haciendo nadie o dónde se metía. Volvió a cerrar fijándose en él de arriba abajo, como si lo escrutara. Negó con la cabeza mientras emitía un sonido de insatisfacción.

– ¿Qué les pasa a éstos? – Preguntó él molesto. Ella alzó una ceja sorprendida por el tono de voz y pronto él lo supo. La acababa de enfadar.

– Esos… – Se acercó a él intimidante obligándolo a retroceder. Uno de sus dedos enguantado con esos guantes finos que tanto le gustaban a él se posó sobre el pecho empujándolo hacia atrás para llegar a la pared. – No me gustan porque… – Su mano fue bajando hasta la cinturilla del pantalón, pasándola hasta tocar su entrepierna, deseosa de su contacto. Los labios de ella rozaron los suyos levemente en un amago de beso que no llegaba.

Como una exhalación, los labios de ella se cerraron sobre los de él empujando con su cuerpo, dejándole sentir los pechos de ella presionarse contra el suyo y su vientre frotándose contra su miembro, inflamado ya, doloroso en los pantalones, demasiado para su gusto.

La mano de ella lo rozó y no pudo más que gruñir dentro de la boca de ella. Sintió la sonrisa y maldijo cuando se separó.

– Por eso no me gustan… Te hacen daño, ¿ves? – ¿Daño? Cualquier pantalón le haría daño con una mujer así.

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Entrevista a Aitor: “Lo he pasado bien haciendo un trío”.

marzo 11th, 2013 by Judith Viudes | No Comments | Filed in Entrevistas Factor Mujer, Ideas eróticas, Relatos eróticos
“Aitor es un hombre de 32 años, soltero y con una visión abierta y natural del sexo. En esta entrevista exclusiva paraFactor Mujer, Aitor le cuenta a nuestra sexóloga su experiencia personal cuando practicó un trío”.-Los tríos son una de las fantasías más comunes tanto en hombres como en mujeres. ¿Ha sido la tuya en algún momento de tu vida?

 Sí, por supuesto que lo ha sido.

-¿Qué expectativas tenías entorno a tu fantasía sexual a tres? ¿Cómo la imaginabas?
Bueno, mis  expectativas eran simples. Lo que quería era pasar un buen rato y disfrutar practicando el trío. Para mí de eso se trata el sexo, de disfrutar, así que no fue difícil satisfacer mis expectativas, fue tal cual como lo imaginé.

-Cuéntanos como fue la primera vez que emprendiste una relación sexual a tres. ¿Fue programada, improvisada?  ¿Fue con amigos/as íntimos o desconocidos? ¿Dos hombres o dos mujeres? ¿Tenías pareja? ¿Te fue difícil encontrar a las personas concretas para practicarlo? Son muchas preguntas a la vez, cuéntanos tu historia :)

Bueno en mi caso fue una situación totalmente improvisada. Resulta que alguna vez había comentado el tema del trío por encima con mi mejor amigo pero nada en concreto. Y una mañana después de venir de marcha…¡surgió!

Mi colega y yo decidimos llamar a una amiga suya que también yo conocía, y con la que él se liaba de vez cuando. Así que la llamamos, se lo propusimos y nos fuimos todos a casa de mi amigo. Estando allí, los tres nos tomamos un par de copas y él empezó a besar a ella, entonces me uní yo también a los besos.

Mientras yo la besaba, mi colega la desnudaba. Y luego nos vimos los dos, mi amigo y yo, tirados en el sofá mientras ella nos masturbaba y nos hacia una felación a ambos. Después pasamos a la habitación y tuvimos sexo completo, entre los dos nos turnábamos. Mientras uno la penetraba, el otro recibía sexo oral o estimulación, la verdad es que estábamos muy bien compenetrados (sonríe).

Además, mientras hablábamos entre nosotros, soltábamos frasecitas subiditas de tono.

Entre mi amigo y yo no ocurrió nada, es como un hermano para mí y tampoco me excita un hombre. Los tres lo pasamos muy bien y lo disfrutamos todos.

Quiero recordar que estuvimos más de una hora jugando y experimentando. Le pusimos fin cuando nos corrimos. Primero se corrió él, y al poco tiempo yo.

-Una muy buena experiencia para los tres, sin duda.

Cuéntanos, ¿qué pensamientos y emociones prevalecían mientras practicabas el trío?

Pues sentía una tremenda excitación y morbo. Estaba completamente metido en la escena, me ponía mucho todo lo que estaba viviendo y quería repetir.

-¿Te preocupaba algún aspecto de esta relación a tres?

Pues la verdad es que no. A nivel emocional ninguno de los tres teníamos pareja, éramos libres y además buenos amigos. Yo estaba seguro que esto no afectaría a nuestra amistad.

De hecho repetimos, y cuando hablamos de ello lo hacemos naturalmente y entre risas.

Eso es imprescindible, sí. Tener las cosas claras entre los tres participantes es algo primordial.

Entonces, ¿crees que fueron cubiertas tus expectativas entorno a esta fantasía sexual o fue diferente a como te lo habías imaginado?

Sí, como te he comentado antes se cumplieron mis expectativas porque mi objetivo era pasarlo bien y disfrutar.

Genial. Ya se sabe que muchas veces creamos expectativas muy altas entorno a una fantasía y luego nos decepcionamos.

Y cuándo todo terminó, ¿qué pensamientos rondaban tu mente? ¿Cómo te sentías?

Pues tenía toda clase de pensamientos positivos. Yo estaba muy a gusto, las cosas estaban claras y no tenía cargo de conciencia, no había hecho nada malo. Me sentía bien satisfecho por la experiencia.

-Antes nos has comentado que repetisteis de nuevo la experiencia. ¿Qué nos puedes contar de tu segunda vez? ¿Fue diferente?

Pues la verdad es que no fue muy diferente, volvió a ser con ellos dos.

Esta vez lo habíamos programado un poco más. Decidimos ir a cenar los tres a casa de mi amigo, charlamos como de costumbre, bebimos un poco durante la cena… Y luego él empezó a liarse con ella, luego me uní yo.  El resto ocurrió en la habitación, muy similar a como fue la vez anterior.

-Bueno, dada la situación tengo que preguntarte ¿crees que siguen existiendo prejuicios entre los heterosexuales a la hora de ser hombre o mujer y tener que elegir a alguien de su mismo sexo para probar la experiencia a tres?

Pues considero que sí que las hay, y no sólo se tienen prejuicios a la hora de hacer un trío sino en cualquier cosa relacionada con el sexo que se salga de lo “normal”.

Yo por ejemplo no tuve ningún problema, no me preocupaba para nada que fuera otro hombre, yo tengo claro lo que me gusta y lo que no. De hecho es mi mejor amigo y hay plena confianza.

Llegados ya al final de la entrevista, me gustaría que dieras algún consejo a todas las personas que nos leen y que les gustaría organizar un trío pero que aun tienen sus dudas.

Pues les recomendaría que lo prueben, que lo hagan. Que lo organicen o lo improvisen  y se dejen llevar por la situación y el disfrute, que para eso existe el sexo, para disfrutarlo.

Sin duda, ese debería ser siempre el objetivo del sexo: gozar y pasarlo bien.

Muchísimas gracias por compartir tu experiencia personal conmigo y con el equipo de Factor Mujer. Considero que esta es una forma más empática y directa de llegar a nuestros lectores. Y seguro que muchos lo agradecen.

Yo encantado. Gracias a vosotras y un saludo a todos.

*El nombre real del entrevistado ha sido sustituido por otro para reservar el derecho al anonimato.

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Venganza aplazada

marzo 9th, 2013 by Encarni Arcoya | No Comments | Filed in Ideas eróticas, Relatos eróticos

Estaba siendo malvado, lo sabía, pero era su pequeña venganza por haberlo enfermado. Él, que se había afanado en cuidarla, en estar atento a sus necesidades. Y en cambio ella se había vuelto una fiera buscando siempre su contacto, incitándolo y haciéndole que estar con ella fuera un cúmulo de tensión.

Solo cuando la fiebre le subió, preocupándole en demasía, ella se había acurrucado a su lado buscando sus mimos.

Ahora era su turno de vengarse. Después de varios días en cama, algunos de ellos los dos juntos, había decidido ir al parque de atracciones y montar en todos los columpios que sabía no le gustaban nada. La estaba haciendo sufrir, si, pero no era ni la mitad que él había sufrido estando excitado horas enteras por su culpa.

Tenía la cintura de ella rodeada por su brazo, casi sosteniéndola después de haber salido de la montaña rusa. Cometió entonces el error de mirarla, pálida y temblorosa, y se apiadó de ella.

La condujo hacia un paraje más tranquilo, apenas utilizado por los visitantes del parque instándola a sentarse en un banco. Allí la dejó para ir a comprar unos helados y se maravilló de la sonrisa que ella le obsequió al verlo con su helado favorito. Se lo había tomado en silencio, apoyada en él, respondiendo a sus caricias con suaves gemidos.

– ¿Dónde subiremos ahora? – Preguntó algo nerviosa. Él la miró y levantó la mano para quitarle una mancha pero se quedó a medio camino porque prefirió hacerlo entonces con la boca. Tocó con la punta de la lengua la comisura de los labios de ella hasta ver cómo la sorprendía, su boca abriéndose, indefensa ante el ataque que él iniciaba y se hacía dueño de ella, las manos fijándola a él, acercándola más.

No se decidía si morderla o darle besos. Quería todo de ella, la tenía y le parecía poco; sentía que el calor que emanaba de ella por la vergüenza de ser pillados in fraganti; pero ni eso le importaba, eso le hacía desearla más. Sus manos se movían nerviosas por el cuerpo de ella, más cuando posó las suyas, más menudas, sobre su pecho. Solo entonces se apartó de los labios y contempló la imagen misma de la lujuria.

– Nos vamos. – Dijo levantándose y tirando de ella. – La próxima atracción no es para cualquier público.

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Sensual despertar III

marzo 7th, 2013 by Encarni Arcoya | No Comments | Filed in Ideas eróticas, Relatos eróticos

Él levantó la cabeza mirándola. Era la imagen de la lujuria, su pelo alborotado, su cuerpo caliente, sus labios… Estaban hinchados por los besos de él, y rojizos, tan apetitosos que no sabía cómo no se lanzaba sobre ella y la llevaba al placer.

Los ojos de ella le suplicaban, estaba a punto de estallar, tan deseosa… Se levantó de ella abriéndole las piernas, acariciando el monte de venus con su mano mientras ella gemía con su contacto y se frotaba. Pero cuando notó que hacía eso, entonces él la retiró mirándola con seriedad.

– Amo… por favor…

– No.

Su quejido lastimero casi le hizo sentir pena por ella, pero no… No podía sucumbir a ella, iba a proporcionarle un momento único. De nuevo cogió la cadena que mantenía las pinzas en los pezones y buscó el último extremo para abrir la pinza y colocarla entre sus piernas, justo sobre el botón. Su grito y el movimiento levantándose de la cama le hizo moverse para quedar entre sus piernas y meter la boca en el miembro de ella, lamiéndola y acariciándola para cambiar el dolor por placer.

– ¡Por favor! ¡Te lo suplico! ¡Amo!

Los lamentos de ella no sirvieron para él quien notaba cómo iba mojándose más, cómo sus dedos podían entrar en la vagina de ella, penetrarla fácilmente para después sacarlos y meterlos una y otra vez simulando el movimiento de su pene. Notaba que estaba a punto de llegar, pero cuando eso pasaba entonces ralentizaba el movimiento, le tocaba las pinzas para pezones y sabía que ya no iba a poder llegar.

– Por favor……………

– Córrete. – Dijo unos minutos después haciendo que el cuerpo de ella temblara y fuera incapaz de detenerse. Notó la boca de él cerrada sobre su centro de feminidad, cómo la boca de él la succionaba y eso la hacía mojarse más. Y así varios minutos.

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Sensual despertar II

marzo 7th, 2013 by Encarni Arcoya | 1 Comment | Filed in Ideas eróticas, Relatos eróticos

Entonces llevó la mano con el vibrador gusanito hacia su pecho, acunándolo en su mano, pellizcando el pezón con fuera, no para que doliera, sino para que lo sintiera. De entre sus labios escapó un gemido lastimero de ella que solo sirvió para excitarle más a él. Le encantaba escucharla quejarse, suplicarle, desearle como ahora sabía que lo hacía. Sus caderas se movían buscando presionarse contra una parte de él que empezaba a estar incómoda aprisionada en esos slips que le quedaban bien antes de que se hinchara a un tamaño considerable. Pero no había acabado, ella aún no estaba despierta del todo, y mucho menos todo lo caliente que él la quería.

Abandonó su boca para bajar por el mentón, de ahí lamiendo el cuello hacia arriba y hacia abajo, mojándoselo por completo, succionando para marcarla en un lugar bien visible para que nadie olvidara de quién era. Seguía masajeando, esta vez más fuerte con el vibrador en el pecho mientras la otra rebuscaba por la cama, sonriendo al encontrar lo que buscaba y acariciaba con ello el cuerpo de ella llevándola hasta el otro pecho, abriéndolo, y cerrándolo sobre el pezón haciendo que ella se estremeciera por la pinza para pezones que acababa de colocarle, pinza que repetía en el otro pezón.

Fue entonces cuando el cuerpo de él se tumbó sobre ella, con cuidado de no apretarle las pinzas, pero sí presionando su miembro sobre la vulva de ella, frotándose, para que sintiera la dureza de él y eso la excitara, como estaba pasando.

– Más…. – Gimió ella empujándose contra él. – Más por favor Amo…

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Sensual despertar I

marzo 7th, 2013 by Encarni Arcoya | No Comments | Filed in Ideas eróticas, Relatos eróticos
Todavía estaba dormida, en los brazos de ese dios del sueño que tanto la mantenía sin estar preparada para él. Pero ya se iba a ocupar que no fuera así. Con besos y caricias, moviendo el cuerpo de ella, iba deslizando su ropa interior  fuera para que no estorbara. No la quería en su cuerpo ahora que él se había despertado y estaba inflamado de deseo por ella.

Fue besando su hombro, empujando con el cuerpo para, con la mano, deslizar la ropa interior bajándola por sus piernas mientras la iba moviendo acompasado para evitar que se despertara demasiado bruscamente. Quería darle un tierno despertar.

Utilizó los pies para bajar del todo y deshacerse de las bragas de su bella durmiente y sonrió al verla tan indefensa ante él. Iba a despertarla de un modo muy, muy tierno. Depositó un beso en cada párpado del ojo y a continuación bajó por la nariz de ella, pellizcándola con la boca en la punta.

Dejó los labios a un lado cuando vio que ella respondía queriendo encontrarlos, atormentándola un poco dejando que su cabeza lo persiguiera, que su lengua saliera al encuentro porque, cuando esa lengua estuvo fuera… fueron sus labios los que la atraparon succionando para meterla en su boca mientras las manos de él buscaban bajo la sábana las de ella, levantándolas para llevarlas al cabecero de la cama y cerrar sus dedos en uno de los barrotes anclándola a ellos mientras seguía bajando por los brazos hasta las axilas, dejándola unos segundos para coger un vibrador y, accionado éste, seguir acariciando los costados de ella con la vibración en una de sus manos mientras controlaba el contoneo del cuerpo de ella. Entonces…

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Cada vez me apetece menos acostarme con mi pareja…

febrero 15th, 2013 by Judith Viudes | No Comments | Filed in Hablan expertos Factor Mujer, Ideas eróticas
Es muy frecuente conversar entre amigas o amigos y que salga el tema de la poca apetencia sexual que se tiene hacia la pareja conforme pasan los años juntos, como baja la líbido progresivamente (sobre todo la de ella) y como cada vez se tienen menos relaciones sexuales.

¿Qué ocurre?

Pues una de las razones es porque el amor pasional caduca, estamos hechos para la diversidad sexual.

La química que desborda nuestro cuerpo cuando conocemos a una persona es explosiva. La función de hormonas como la oxitocina o la dopamina que segregamos en abundancia en los primeros meses de relación, tiene como función, entre otras cosas, que tengamos el mayor número de relaciones sexuales posibles con nuestra pareja.

¿Por qué? Porque a veces se nos olvida que somos animales reproductivos… y viene en nuestros génes y en nuestra naturaleza.

…¡Por eso muchos recordareis con especial entusiasmo los primeros meses o años de relación, cuando todo era maravilloso y no parabais!

¿Qué nos dicen las estadísticas?

Por regla general, esta disminución progresiva del deseo, suele ser el mayor problema afectivo que afrontan las mujeres a lo largo de su vida. Ni más ni menos que un 47% de las mujeres de todas las edades lo consideran lo más importante dentro de su vida sexual, seguido de cerca por las dificultades para alcanzar el orgasmo (un 45%).

Por el contrario, los hombres no tienen porque preocuparse tanto de este problema, pues la testosterona que poseen influye en un alto grado en el deseo masculino.

Pero… ¿Es todo biológico?

Pues parece ser que no, la parte psicológica también hace hincapié en las bajada de apetencia sexual.

Mientras que las mujeres alegan que prefieren tener menos relaciones sexuales pero las que se tengan que sean de una calidad mayor, los hombres dicen todo lo contrario. Ellos confiesan que serían más felices si el número de relaciones sexuales que mantuvieran con su pareja fueran mayores, fueran más.

Además, las mujeres también señalan un factor importante en la bajada de la líbido: la rutina.

El hecho de saber en todo momento lo que va a pasar, como y cuando va a suceder… es sumamente aburrido. Desde luego, la rutina sexual no es un buen catalizador para querer emprender una relación sexual. Digamos que la rutina es la enemiga número uno de la líbido.

¿Qué podemos hacer?

¡Innovar! Es imprescindible salirse de la rutina y hacer cosas nuevas. Cuando hacemos cosas distintas de las habituales, nuestros niveles de dopamina se disparan, y con ellos nuestras ganas por querer hacer el amor. La novedad, estimula la dopamina.

Como ya hemos señalado en otras publicaciones, el simple hecho de cambiar el lugar donde se suele hacer el amor, ya sería un buen detonante para salirse de la rutina.

Poneros de acuerdo y acordad unos objetivos comunes que se puedan alcanzar conjuntamente.

…y repasad el post: “Sal de la cama y… ¡Haz el amor fuera!

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Depilación de los genitales

enero 4th, 2013 by Judith Viudes | 1 Comment | Filed in Hablan expertos Factor Mujer, Ideas eróticas, Noticias

Estamos habituados a escuchar que gustan más unos genitales depilados que con vello, pero también sigue habiendo gente que no lo prefiere o que simplemente le resulta indiferente.

Los motivos

Los motivos para depilarse los genitales pueden ser diversos para cada persona, ya sea por cuestión de estética, de higiene, de placer, por moda o por necesidad.

El motivo que suele tener más fuerza es el estético. Las prendas pequeñas y sexis de ropa interior, los diversos tipos de biquini, bañadores o triquinis, etc.  te “obligan” de alguna forma a que mantengas la estética para poder lucir esas prendas tan sensuales.

Además, son muchas las mujeres que alegan que para la práctica del sexo oral, el tacto de la lengua sobre los labios mayores es especialmente más suave y sensitivo. Y tanto el acceso visual como el tacto a los labios menores y clítoris, es más directo.

Preferencias de los hombres

La media general de hombres citan que prefieren un pubis depilado, les excita mucho visualmente y ya sabemos la gran carga erótica que posee la visión.

¿se desprenden feromonas?

Científicamente y como ya comentamos en otra publicación anterior, a través de los genitales se desprenden feromonas. Recordad que éstas no desprenden ningún olor, pero son detectadas por el órgano vomeronasal que funciona como receptor y que está conectado directamente al hipotálamo, región conectada directamente con las emociones, entre otras.

¿Cuál es su función?

Por otro lado, también tenemos que hacer mención a la función que tiene el vello púbico. El vello genital tiene funciones primigenias, sirve de abrigo para proteger a la vagina de la entrada de bacterias o virus, como si de una barrera se tratarse. Además, sirve para mantener los órganos genitales en una temperatura adecuada para su óptimo funcionamiento, aunque esta función hoy en día la sustituye la ropa interior que usamos y la ropa en si.

Los métodos de depilación existentes son varios, como la cera, el rasurado,  las cremas depilatorias,  el láser, etc. Cada cual elegirá la forma más cómoda y conveniente según su caso.

¿Y los hombres?

Cada vez hay más hombres que se depilan los genitales. Visualmente, incluso a ellos les agrada más, y una de las razones es que pueden ver su pene al completo y por ende,  éste parece de un tamaño mayor.

A las mujeres, a unas más y a otras menos, también les gusta ver a un hombre genitalmente depilado, aunque esto tiene un pequeño hándicap. Cuando el hombre se rasura, el vello sale fuerte y punzante, de tal forma que si durante ciertas posiciones sexuales el clítoris de la mujer roza indirectamente en el pubis del hombre para su estimulación, puede resultar realmente molesto puesto que la gran sensibilidad del clítoris no tolera de buena forma este vello punzante.

Consejo

Lo más conveniente en este caso para mantener la estética, es que se recorte el vello tanto como se pueda pero que no se rasure. De esta forma, no pinchará y no será una dificultad para estimular el clítoris. Y visualmente, seguirá cumpliendo su misión.

Os presentamos los nuevos productos del sex shop Factor Mujer para que podáis poneros guapas íntimamente: unas innovadoras plantillas para poder rasurar el vello púbico, ladyShape:

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Entrevista exclusiva a Amo Dark. Descubre el verdadero BDSM

enero 3rd, 2013 by Judith Viudes | 9 Comments | Filed in Entrevistas Factor Mujer, Ideas eróticas, Noticias, Relatos eróticos
“Amo Dark es un hombre directo y simpático de 32 años. Aparenta seriedad por fuera pero, a medida que avanza la entrevista, nos deja ver su lado bromista y divertido. Es un hombre alto y fuerte, con una barba “de tres días” muy bien cuidada, viste traje impecable, corbata y zapatos caros. Su mirada (que mantiene con una maestría digna de elogio) es penetrante, incisiva y ciertamente imponente, aunque no transmite ni un ápice de maldad, por más que él se esfuerce en demostrar lo contrario. Su hablar es pausado y muy pedagógico, y no gesticula demasiado. Transmite confianza y se nota que está relajado hablando de uno de los temas que más le apasiona.”

 

-Antes de empezar la entrevista quisiera darte las gracias por concederme el placer de adentrarme en este mundo del BDSM y poder conocer el testimonio real de una persona que lo practica en su día a día.

Gracias a vosotras por darme la oportunidad de explicar mi punto de vista y de romper muchos falsos mitos que lo rodean.

 

-Exacto. Ese es el principal objetivo, desmitificar falsas creencias.

Bien, para la mayoría de personas que nos leen, el BDSM ( Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo) es un mundo un tanto desconocido del que se tienen tan sólo unas ideas populares. Muchas personas lo perciben como un “juego peligroso” donde se adoptan dos roles (Amo,ama – sumiso/sumisa) que se ponen en practica en el ámbito sexual.

Tú personalmente, ¿Cómo describirías el BDSM para que cualquier persona que nos lea lo entienda lo mejor posible?

Para mí el BDSM es una relación de intercambio de poder entre personas, mutuamente consensuada, que persigue liberar esa parte más recóndita de cada uno disfrutando libremente en un marco de sensatez, seguridad y respeto.

 

 -Te pido que vuelvas la vista atrás en el tiempo. ¿Cuándo empezaste a darte cuenta que te gustaba esta práctica? Y ¿Cómo empezaste a introducirte en el BDSM? Cuéntanos tus inicios.

Yo descubrí el BDSM con 14 años, en plena etapa de revolución hormonal y de descubrimiento de cosas nuevas. En aquella época (aunque ya existía internet) el acceso a la información no era como el de hoy, y todo lo que existía sobre BDSM se circunscribía a algunas webs y revistas especializadas. Y por supuesto, no existían las redes sociales, por lo que la capacidad de interaccionar con otras personas con tus mismas inquietudes tenía que pasar por el conocimiento personal y el trato directo.

Me introduje en el BDSM, al principio, como pude y mal. Cometí muchos errores que pagué caro y estuvieron a punto de hacerme abandonar. Por suerte, conocí a una persona que aceptó ser mi Tutor, y me guió y enseñó muchas de las cosas que necesitaba saber. Se puede decir que empecé de verdad a vivir el BDSM gracias a él.

 

-Entiendo. Acceder a la información y a las personas que lo practican en aquel entonces era mucho más difícil que ahora.

Actualmente ¿Cuánto tiempo llevas dentro del BDSM? Y ¿qué te empujo a seguir en aquel entonces?

Llevo practicando el BDSM 14 años, y no es que nada me empujase a seguir, sino que me di cuenta de que yo era así. Para mí la condición de sumiso o Dominante es un rasgo más del carácter, como ser introvertido o extrovertido, callado o hablador. No decides ser así, lo eres y punto. Otra cosa es que te cueste más o menos tiempo darte cuenta de ello y, sobre todo, aceptarlo.

 

-Haz un recorrido hasta tus primerizos recuerdos ¿Cómo fue tu primera experiencia? ¿La recuerdas? Cuéntanos.

Supongo que si tuviera que decir un momento a partir del cual sentí que experimentaba de verdad, fue la primera vez que sostuve una fusta entre mis manos y tuve que azotar las nalgas de una sumisa… ¡Fue realmente terrible! Lo pasé fatal… (sonríe)

 

-Sí, lo debiste pasar realmente mal (le sonrío).

¿Alguna vez has sido sumiso o lo has probado? O ¿Solamente te identificas con el rol de Amo/Dominante?

Como he dicho antes, yo creo que la condición de Dominante y/o de sumiso no es una gorra que se ponga o se quite. Hay mucho debate en el mundo BDSM sobre esto, pero mi postura particular es que una persona nace Dominante, sumisa, o ninguna de las dos.

Otra cuestión distinta es que, por mi forma de dominar, me haya gustado experimentar en mis propias carnes todo lo que después quería hacer con mis manos. En ese sentido, sí que he recibido algún que otro azote, me han inmovilizado, etc. Pero todo ha sido con el objetivo de conocer para medir riesgos, nunca he sentido lo que siente una persona sumisa cuando se lo hacen.

 

-Entiendo. ¿Nos describirías qué es para ti una sumisa? Y ¿Cómo llegas a establecer una relación con ella? Cuéntanos como funciona hasta poder establecer una relación entre ambos de absoluta confianza.

Para mí una persona sumisa es una persona que se siente más liberada y más llena cuando cede determinado control sobre sí misma a otra persona. Para ello, como bien apuntas, el nivel de confianza que debe generarse entre ambos es muy alto, y no importa si estamos hablando de una única sesión o de una relación duradera.

El Dominante debe preguntar mucho, conocer mucho a la persona sumisa y tener mucha paciencia. Debe ayudar a la persona sumisa a descubrir sus propios límites (porque muchos se desconocen), fijar esos límites y comprometerse a respetarlos siempre. Además, el uso de una palabra de seguridad a utilizar por la sumisa en caso de duda, malestar o simplemente, porque se cree que se está acercando algún límite y desea parar, es muy importante a la hora de generar esa confianza, ya que la sumisa sabe que siempre puede recuperar el control de la situación cuando lo desee.

 

-Es una relación de absoluta confianza y digna de admirar, pues no cualquier persona es capaz de establecer ese grado de complicidad y seguridad a ese nivel.

¿Cómo es tu relación con ella? Como amo ¿Tienes que protegerla, cuidarla, velar por su salud y bienestar,…? Descríbenos un poco esta relación Amo-Sumisa.

Un Amo guía y acompaña a su sumisa en su camino. La sumisa marca los límites y el Amo debe respetarlos, aunque es cierto que la sumisa debe avanzar en su capacidad de entrega y el Amo está ahí para ayudarla y servir como palanca y motor que garantice ese avance, ya que las personas sumisas, por sí mismas, no pueden hacerlo.

Por todo ello, la relación de un Amo con su sumisa debe pasar por el respeto, la confianza y la preocupación. Una persona que no se preocupe por su sumisa no está practicando BDSM, sino que se está aprovechando de ella o la está utilizando, y eso no es BDSM ni esa persona, por supuesto, es un Amo.

En el BDSM no hay muchas reglas, ya que se trata de relaciones muy abiertas que se rigen en la mayoría de casos por la libre voluntad de ambas partes, pero sí hay unas reglas básicas y generales que se conocen mayoritariamente, como es el SSC (Sensato, Seguro y Consensuado). Cualquier relación BDSM que no cumpla esas tres reglas, sencillamente, no es una relación BDSM.

 

-El SSC, un nuevo termino que tendrían que tener muy en cuenta los lectores. Y ¿Se pueden tener varias sumisas? O ella ¿varios amos?

Un Amo debería tener sólo aquellas sumisas que pueda atender debidamente. En cambio, no es recomendable que una sumisa tenga varios Amos. Aunque esa es sólo mi opinión (sonríe).

 

-Voy entendiendo. Y ¿qué ocurre si rompéis la relación? O ¿sólo se trata de una relación sexual?

En mi caso, no es solo una relación sexual. Yo siempre digo que el sexo es una consecuencia, nunca un fin en sí mismo, al menos en mi caso. Si se rompe la relación, procuro tener siempre buen trato con todas las personas que algún día decidieron someterse a mí. Si lo hicieron es porque hubo mucha complicidad y confianza y, existiendo eso, es difícil que la relación personal se acabe. Otra cosa distinta es que me hayan engañado, entonces soy inflexible.

 

-Algo que se pregunta mucha gente desde fuera es, ¿en tu vida cotidiana eres una persona autoritaria y dominante? O ¿solamente lo eres con tu sumisa?

En mi vida cotidiana soy igual de autoritario y dominante, lo que pasa es que en función del momento tengo que aguantarme y reprimirlo. No puedes ir por ahí de Amo duro con tus amigos, familia, compañeros de trabajo, etc. Por eso precisamente el BDSM va sobre liberar lo más recóndito de ti mismo, y cuando digo eso no me estoy refiriendo únicamente a las personas sumisas.

 

-Subamos un poquito los grados, ¿nos describirías alguna escena vivida de esas inolvidables?

Tengo varias, pero no creo que este sea el medio apropiado para describirlas… ¿Lo leen niños? (sonríe). La verdad es que los mejores momentos siempre los relaciono con miradas… La mirada de una persona sumisa cuando se entrega a ti es muy difícil de conseguir, pero una vez conseguida, es altamente gratificante.

Recuerdo nítidamente esa mirada entremezclada de temor por no saber lo que vendrá y de impaciencia por que venga, sabedoras de que seguro que, tome la decisión que tome, las haré estremecer. 

Es justo esa mirada que, al estar de rodillas frente a mí, se desplaza de su sexo húmedo a mis ojos, y de mis ojos a su sexo húmedo, sin conseguir hallar una explicación razonable a tanto nivel de excitación. La sensación que me produce esa mezcla de indefensión por su parte y de control por la mía es inolvidable. 

 

-La mirada y su gran papel libidinoso… Nos contarías ¿qué te gusta hacer y usar en tus sesiones sexuales? ¿Qué es con lo que más disfrutas?

La parte que más disfruto del BDSM es la parte psicológica de la relación… Me gusta la estética y la parte física, pero con lo que más disfruto es con la parte psicológica. Ver cómo alguien renuncia a sus miedos y se atreve a hacer cosas que por sí misma no sería capaz de hacer, solo por complacerte, es una sensación muy bonita, que me llena de orgullo, respeto y responsabilidad. En cualquier caso, y en cuanto a utensilios se refiere, mi preferido es la fusta.

 Me encanta ver como dejan atrás su vergüenza y terminan suplicándome que haga lo que quiera con ellas. Y saber que depositan esa confianza en mí para decidir si quiero penetrarlas o azotarlas es algo que realmente disfruto muchísimo. 

 

-La confianza personalizada.

¿Nos podrías describir que pensamientos vagan por tu mente en esos momentos tan autoritarios, excitantes y dominantes hacia tu sumisa?

Pues no son pensamientos lujuriosos, créeme. Al menos por mi parte. Cuando una sumisa se entrega a ti (aunque sea en una única sesión) tu responsabilidad de ejercer sabiamente el control es muy importante. Yo siento una tremenda responsabilidad, estoy pendiente del más mínimo detalle, de sus gestos, del entorno, de captar las señales… No permito que nada se me escape y procuro siempre que la situación no se me vaya de las manos. Lo cierto es que no parece muy excitante contado así, ¿verdad? (sonríe)

 

 -Sí, muy poco excitante saber que tienes a una persona pendiente de cada movimiento tuyo, sólo para complacerte de la forma que más te gusta… No suena nada excitante (sonrío).

Un punto importante es dejar claro a todas las personas que nos leen que todo lo que hacéis y practicáis juntos es un acuerdo entre ambas personas, entre ambas partes. Es decir, en ningún momento se hace nada en contra de la voluntad de la otra persona, son normas que se han pactado previamente.

Descríbenos como funciona este acuerdo porque muchas veces la gente lo llega incluso a confundir con violencia doméstica.

Esta pregunta es muy importante. La diferencia entre una relación BDSM y la violencia doméstica radica en el consenso entre ambas partes. Una relación BDSM es igualitaria en su concepción (relación horizontal), sólo que una de las partes cede ese control a la otra de manera libre. En los casos de violencia doméstica la relación es jerárquica (vertical), siempre hay alguien por encima de alguien, y éste último (normalmente la mujer) no cede ese control, se lo roban, de forma generalmente violenta, infundiendo miedo y terror. No tiene nada que ver una cosa con la otra.

Gandhi dijo que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. En una relación BDSM puede infligirse dolor, pero ese dolor es consensuado, aceptado por ambas partes y con unos límites muy marcados, existen mecanismos para detenerlo inmediatamente por parte de quien lo recibe, por lo que en realidad hay dolor pero nunca sufrimiento. Aunque pueda parecer contradictorio, hay mucha relación entre dolor y placer.

En una relación violenta, además de dolor, hay sufrimiento. Y eso es lo realmente peligroso.

Siempre pongo el ejemplo de un corredor de maratones. Esa persona decide libremente entrenar todos los días, sacrifica muchas cosas por seguir su plan de entrenamiento, le dedica muchísimo tiempo. En ocasiones sale a entrenar con lluvia o nieve, y soporta calambres, agujetas, rampas, ampollas, torceduras, y muchísimas más cosas. Cualquier persona podría decir que eso es una salvajada, que supone llevar las cosas al límite, que esas cosas duelen. Sin embargo, aunque le duelan, el corredor de maratones no sufre por ellas, al contrario, llega a gustarle. A lo mejor no es un ejemplo muy apropiado, pero explica la diferencia entre dolor y sufrimiento… Otro ejemplo podría ser los zapatos imposibles a los que se suben muchas mujeres cuando quieren resultar atractivas… Eso duele mucho, ¿verdad? (sonríe)

La forma de pactar los límites es siempre desde una relación horizontal, de tú a tú, comprendiendo las motivaciones de ambas partes y respetando en todo momento las reglas pactadas, así como el uso de la palabra de seguridad.

 

-Ha quedado clarísimo, es un punto importantísimo para que se esclarezca la gran diferencia.

Por otro lado, cuando has tenido sexo esporádico alguna noche con una mujer que no tiene esta orientación sexual. ¿Cómo son las relaciones sexuales? ¿Cómo las llamáis? ¿Puedes excitarte y disfrutar también con una relación sexual convencional?

En nuestra terminología, las prácticas convencionales son conocidas con el término “vainilla”. Claro que he tenido sexo “vainilla” y he disfrutado teniéndolo, una cosa no quita la otra.

 

– Ese es otro error que cree la gente, que ya no se sea capaz de disfrutar con una relación “vainilla”.

Muchas personas que nos leen han conocido una versión light de introducción al BDSM con el famoso libro “50 sombras de Grey”.  Supongo que estarás cansado de oírlo pero ¿refleja de alguna forma el BDSM? 

Desde mi punto de vista, ese libro no refleja la verdadera dimensión del BDSM. Se basa en una relación vertical donde el protagonista (un personaje muy bien caracterizado, por cierto) NECESITA someter a la chica a causa de determinados traumas infantiles provocados por la ausencia de su madre y los malos tratos recibidos de pequeño, los cuales le hacen creer que esa es la única forma de amar que existe. Por el contrario, cuando aparece la protagonista, ésta no siente la NECESIDAD de entregarse, sino que lo hace por admiración (al principio) y por amor (después). Desde mi punto de vista, las necesidades están invertidas, respecto a lo que ocurre en una relación BDSM.

La prueba está en que al final Christian Grey reconoce que se ha “curado” y “cambia” por amor. Reconozco que este punto es el que puede hacer que la historia llegue a muchas más mujeres, pero desde mi punto de vista no es más que una novela romántica salpicada de tintes BDSM esparcidos sin ningún tipo de orden ni sentido.

 

-Y ¿Por qué crees que ha tenido tanto éxito la trilogía cincuenta Sombras? Incluso ha subido la líbido y ha acrecentado las fantasías de millones de mujeres en el mundo con y sin pareja.

Reconozco que la trilogía combina tres elementos a la perfección: por un lado, el personaje de Grey (atractivo, guapo, multimillonario, poderoso, complejo, atormentado, etc.), el cual hay que reconocer que está perfectamente construido; Por otro lado, la historia de amor del estilo “chica joven, tímida e inexperta conoce a hombre irresistible que le descubre un mundo nuevo”; y por último, el contexto de una relación amorosa salpicada con escenas de sexo poco convencional para la mayoría. Es una combinación perfecta para el éxito de un libro, aunque desde mi punto de vista su técnica narrativa no es muy buena, que digamos.

Es cierto que la trilogía ha hecho que la gente se interese más sobre el BDSM, y que lo hagan desde una posición de mayor respeto. Lo que ocurre es que el 90% de las personas (mujeres) que de verdad quieren descubrir más sobre el BDSM acaban abandonando la idea, o bien porque la realidad no concuerda con lo que sugiere el libro, o bien porque no se atreven a vivirla realmente. Para ser sumisa de verdad, hay que ser mucho más valiente que Anastasia Steele.

 

-Vamos, que vayan desbancando la idea de pasarlo “tan bien” como la señorita Steele (sonrío).

Por último, ¿Qué les recomendarías a todas las personas que nos leen y que quisieran probar e introducirse en este mundo BDSM pero no saben bien qué hacer, ni cómo?

Desde mi punto de vista, yo creo que se lo pasarían mucho mejor que la señorita Steele (me guiña un ojo).

Y respondiendo a tu última pregunta, no me gusta dar consejos, aunque sí que recomendaría a todo el mundo que se acerque al BDSM desde una posición totalmente abierta, desde el respeto y la tolerancia. Asimismo, que se informen mucho, que hablen con personas que tengan experiencia, que nunca dejen de ser ellos mismos ni permitan que les chantajeen, que se fíen de su propio instinto y que usen la cabeza… Si no conocen a nadie que lo practique, habrá que tener mucha paciencia para conocer el mundo BDSM, pero que no se dejen llevar por el ímpetu. El BDSM puede ser muy apasionante si lo vives bien, pero también muy peligroso si te pones en manos de gente aprovechada. Que recuerden siempre que, en BDSM, la sumisa es quien tiene el control y, como propietaria de ese control, LO CEDE VOLUNTARIAMENTE a quien ella decide y, por lo tanto,  debe poder recuperarlo cuando quiera.

 

Todo el equipo de Factor Mujer te damos las gracias de nuevo por acceder a contarnos tu experiencia y visión, de tal forma que la gente pueda hacerse una idea más certera del amplio mundo BDSM.

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*El nombre real del entrevistado ha sido sustituido por otro para reservar el derecho al anonimato.

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Rápida recuperación

diciembre 14th, 2012 by Encarni Arcoya | No Comments | Filed in Ideas eróticas, Relatos eróticos

No le gustaba nada ese sonido que, a pesar de la distancia, parecía que estuviera en la misma habitación con ella. El día anterior debía haber ido a recogerla y no dejar que se mojara. Por eso ahora quería cuidarla, porque había pasado muy mala noche y odiaba saber que estaba mal.

Terminó de poner un cuenco con un poco de sopa y tomó la bandeja para llevarla a la habitación, donde su princesa le aguardaba. Empujando la puerta para entrar, observó el cuerpo de ella, sus ojos llorosos y la sonrisa que trataba de darle y que le llegara a los ojos sin mucho resultado. Y aún así, ella era su tesoro.

No iba a dejar que se pusiera peor, se había tomado el día en su trabajo y tenía todo el tiempo para cuidarla. Igual que ella hacía por él cuando se enfermaba. La tos que tenía no le molestaba, pero no quería verla enferma, no su chica.

La mano de ella le acarició la mejilla y su cabeza se inclinó hacia ella. Le dejó un beso en la palma antes de cogerla y volver a besarla. Iba a decirle que descansara, que durmiera un poquito, pero no hubo forma de hacerlo, de pronunciar una palabra. Solo podía mover los labios y la lengua ante el ataque inesperado de ella. Tan sorprendido lo había cogido que ni siquiera pudo encontrar fuerza para resistirse a los besos de ella, a su embiste, viéndose de repente tumbado en la cama con ella encima.

El beso interrumpido por un nuevo ataque de tos le dio la ventaja para cambiar las tornas y devolverla a ella a la cama. Estando encima, con las manos de ella sujetándoselas, la incitaba con sus caderas, con su protuberancia que había crecido y necesitaba alivio. Observó cómo en la cama había también una bala vibradora que no sabía de dónde habría sacado pero que pronto se ocupó de ella.

  • A dormir, fierecilla. – Susurró levantándose de la cama.

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