El Blog de Factor Mujer

Sonrió ella a la pantalla, ni una vez bajando los ojos; lo conocía bastante bien. Pero su cuerpo ya lo deseaba. La mano se cerró sobre él acariciándole suavemente de arriba a abajo. Posó la palma e hizo círculos a su alrededor para estimularlo, objetivo conseguido al retirarla pues impregnada estaba de un líquido que le sirvió de lubricación para seguir frotando con su mano ese tesoro. Leer el resto de la entrada »

Estaba acurrucada en la oscuridad del cine sobre el hombro de él, su calor emanando y calentándola como un fuego que la mantenía caliente y deseosa por ese cuerpo que conocía tan bien. La película era una de sus favoritas, la que ella había querido ir a ver a pesar de que a él no le gustaba. Pero no había dicho nada; se quedaba callado viéndola por ella. Leer el resto de la entrada »

Tenía que controlar la respiración como pudiera para no dar un espectáculo en el restaurante donde estaban cenando. Pero esa simple acción era de por sí difícil cuando una persona estaba excitándolo a tal nivel que le sería difícil levantarse de la mesa sin que se dieran cuenta de la protuberancia que tenía en los pantalones. Leer el resto de la entrada »

Lo pasaba bien con él. Desde que los dos habían dado el paso las cosas iban cada vez a mejor. Ya casi no pasaban tiempo a solas, siempre encontrando cosas que hacer entre los dos. Hasta cuando uno de ellos enfermara el otro se quedaba con él cuidándolo. Por eso parecían uno solo. Leer el resto de la entrada »

Los habían puesto separados, uno frente al otro, mientras, con una distribución algo loca, habían dejado a todos los hombres a un lado y a las mujeres frente a ellos, cada uno con su pareja, de tal modo, habían dicho para dejar que la conversación versara sobre dos temas diferentes sin que estorbaran o se superpusieran. Leer el resto de la entrada »

No sabía si reírse de él o intentar enmascaras la risa ante la forma en que él se había quedado al verla delante de su casa, en su puerta. ¿Acaso podía pensar que no se daría cuenta después de varios meses observándola? Él no era un hombre de los que se queda en casa; ya se había dado cuenta al principio, cuando se mudó, que él salía con muchas mujeres, volviendo a altas horas de la noche. Y, de repente, nada, como si hubiera celibato. Leer el resto de la entrada »

No podía evitar sonreírse e incluso echarse a reír al ver cómo su princesa no era capaz de aguantar el alcohol. Y eso que había escogido un vino suave, uno que no se le subiera demasiado a la cabeza. Y sin embargo, ahora estaban ahí, él casi llevándola en brazos, mientras abría la puerta de su casa y la hacía entrar. Leer el resto de la entrada »