Siempre tendemos a basar nuestra estimulación sexual en vulva, vagina y pene, en definitiva, en la penetración. No obstante, hay otras formas muy excitantes y realmente estimulantes que podemos acariciar provocando nuevas y eróticas sensaciones que harán que consigamos orgasmos más intensos. Una de las zonas erógenas que más puntuación tiene entre las mujeres (un 7 sobre 10) son los pezones. Entre los hombres a pesar de no ser una zona erógena tan popular podemos mejorar sensaciones, ya que los pezones están en la lista de zona erógena más popular para ellos también y cada vez son más hombres los que desean experimentar nuevas sensaciones, aunque no nos vamos a engañar con una puntuación mucho más baja que pene y testículos.
Una investigación publicada en el año 2011 en el “Journal Of Sexual Medicine” en la cual se observaba la actividad cerebral de las mujeres cuando eran estimuladas eróticamente de varias formas. En este estudio se hizo una observación muy curiosa: cuando los pezones eran masajeados se activaba la misma región cerebral que cuando se había estimulado la vagina.
A pesar de que en este estudio no se pudo demostrar la razón por la que se activaba la misma zona cerebral se cree que, al igual que sucede en la lactancia materna, tiene que ver con que la estimulación de los pezones libera oxitocina y provoca contracciones de útero (cosa que ayuda en la recuperación a las recién mamás).
Sobre todo, tener en cuenta que toda persona es diferente y lo que en general puede funcionar o suele gustar no ha de darse por sentado. Cada persona tiene una sensibilidad concreta y diferente. Nunca dejes de experimentar, pero sobre todo no olvides que siempre se ha de disfrutar de todo movimiento o estimulación y si no es así pues se deja y/o se prueba otra cosa.
Deja reposar tu aliento sobre el pezón antes de acariciarlo y lamerlo. Un lubricante con efecto calor y con sabor te ayudará. Desliza una gota y/o unta tus labios con él para besar los pezones, lamerlos e intensificar el calor con tu aliento o un ligero soplido.
Te aconsejamos utilizar geles base agua para poder combinar, si lo deseas, con juguetes estriados, vibradores o giratorios. También puedes emplear lubricantes sólo con sabor, lubricantes con efecto frío o lubricantes de efecto calor.
Con la punta de la lengua puedes dar círculos alrededor del pezón o darle toques hacia arriba y hacia abajo. Puedes probar a rodear con tus labios el pezón y estimularlo con la lengua o incluso mordisquear suavemente (siempre con consentimiento del amante).
Existen juguetes sexuales que se asemejan a una lengua, giratorios, minis y manejables con vibración que te pueden ayudar a estimular el pezón de formas más intensa y diferente.
¿Conoces los juguetes que imitan el movimiento de lengua?, juega y estimula el pezón intensamente.
Para estimular el pezón con vibración te recomendamos vibradores potentes no muy grandes con pequeña superficie para transmitir de manera muy precisa e intensa la estimulación con ciertos modelos podrás incluso abrazarlos y presionarlos.
Si te gusta estimular con las manos te aconsejamos hacerlo con un lubricante de silicona o un aceite para que resbale más fácil y suavemente. Recuerda que si quieres combinarlo con algún juguete deberás asegurarte que sea compatible con la silicona o el aceite.
Puedes jugar con sensaciones opuestas, el frío y el calor. Podrás hacerlos con cosmética de efecto frío y efecto calor o si lo deseas con cubitos y algo templado o con juguetes que permitan este juego como por ejemplo los dildos de glass o de metal.
Con los propios labios y la boca puedes ofrecer una ligera succión que ayudará a estimular el pezón. También puedes ayudarte de un succionador de clítoris o unos mini estimuladores para pezón que los erecte y los estimule a la vez que ayudará a liberar oxitocina y lubricar la vagina.
Si se desea tener una estimulación “manos libres” de los pezones una buena opción es optar por las pinzas de pezones que, además de decorar el pecho, ejercerán presión sobre ellos pudiéndose ajustar fácilmente según el grado de excitación del momento. Sobre todo te aconsejamos que utilices siempre pinzas protegidas para que no dañen la zona erógena con la presión y que sean regulables.