Es un dispositivo diseñado para estimular el pene durante la masturbación. Viene en diversas formas y materiales, como silicona, TPE o elastómeros, y suele tener texturas internas para aumentar la sensación. Se utiliza deslizando el pene dentro del masturbador y moviéndolo arriba y abajo para simular la penetración. Si es automático, el aparato realizará el movimiento masturbatorio por sí solo creando la sensación de ser masturbado por otra persona.
Un masturbador para el pene sirve para proporcionar estimulación sexual al pene durante la masturbación. Ayuda a explorar nuevas sensaciones, mejorar la masturbación y el autoconocimiento del cuerpo, así como proporcionar placer sexual en solitario o en pareja. También puede ser útil para quienes desean entrenar y practicar la masturbación controlada o prolongada.
Estos son los principales tipos de masturbadores para el pene:
Sí, un masturbador puede ayudar a mejorar el control sobre la eyaculación a través de técnicas de control de la eyaculación, como la técnica de "detener y comenzar" o la técnica de compresión del músculo PC (músculo pubocoxígeo del suelo pélvico), mientras experimentas diferentes niveles de estimulación.
Además, el uso regular del masturbador puede ayudarte a desensibilizar el pene ligeramente, en especial el glande, lo que te permitirá a prolongar el tiempo antes de la eyaculación. El uso de diferentes texturas te ayudará a conocer mejor tus sensaciones y tus límites, y a superarlos. Es recomendable explorar diferentes técnicas y prácticas para encontrar lo que mejor funcione para ti.
Primero aplica una cantidad generosa de lubricante a base de agua en el interior del masturbador y en tu pene para facilitar la inserción y reducir la fricción. Después, desliza el masturbador sobre tu pene erecto, asegurándote de que esté cómodamente ajustado. Una vez dentro, realiza movimientos arriba y abajo con el masturbador para simular la penetración. Experimenta con diferentes ritmos y presiones según tus preferencias hasta alcanzar el clímax.
Si lo vas a utilizar en pareja, deja que tu amante sea quien controle el masturbador. Al inicio, coloca tus manos sobre las suyas para guiar los movimientos, la presión y la cadencia que deseas. Una vez empiece a incrementarse el placer y sientas la erección en su máxima potencia, suelta las manos, cierra los ojos para incrementar la experiencia sensorial y disfruta de un espectacular orgasmo.
Limpia el masturbador después de cada uso siguiendo las instrucciones del fabricante para mantener una buena higiene y prolongar su vida útil.
En la penumbra de su habitación, Javi se encontraba solo, explorando nuevos caminos de placer. Con delicadeza, deslizó su mano sobre la suave textura de su masturbador, sintiendo el palpitar de su excitación. Había aprendido que la clave para controlar su orgasmo residía en el dominio de su músculo PC, así que se tomó su tiempo para concentrarse en él.
Con cada movimiento, podía sentir la tensión y la liberación de su músculo pélvico, como si estuviera tocando las cuerdas de un delicado instrumento. Inspirado por el deseo de prolongar el éxtasis, exploró diferentes ritmos y presiones, navegando entre la frontera del placer y la contención.
Cada contracción era un susurro de anticipación, cada relajación una explosión de sensaciones. Se entregó al ritmo hipnótico de su propio cuerpo, permitiéndose sumergirse en un océano de placer controlado.
En ese momento, Javi entendió que el verdadero dominio no residía en la rapidez del clímax, sino en la habilidad de navegar las corrientes de su propio deseo. Y mientras se dejaba llevar por la marea de sensaciones, sabía que había descubierto un nuevo camino hacia el éxtasis, uno que lo llevaba más allá de los límites del placer conocido.