Los consoladores sexuales, también conocidos comúnmente como dildos, son juguetes sexuales diseñados para la penetración y el estímulo sexual. Su propósito es proporcionar placer sexual a través de la simulación del acto sexual.
Los consoladores pueden tener diferentes formas y tamaños, aunque muchos están diseñados para parecerse a un pene. Se fabrican con distintos materiales, como silicona, plástico, vidrio, metal y goma. La silicona es uno de los materiales más populares debido a su suavidad y facilidad de limpieza.
Los consoladores han existido desde la antigüedad, con ejemplos que datan de miles de años atrás en diversas culturas.
Se han encontrado consoladores de piedra que datan de hace aproximadamente 28,000 años en la cueva de Hohle Fels, en Alemania. Estas piezas de piedra tallada tienen formas fálicas y sugieren que fueron utilizadas para fines sexuales.
Los antiguos egipcios fabricaban consoladores de diversos materiales, incluidos el alabastro y el marfil. Se cree que estos objetos no solo tenían una función sexual, sino que también podían haber tenido un significado ritual o religioso.
En la Antigua Grecia, los consoladores eran conocidos como "olisbos". Estaban hechos de cuero, madera o piedra y se usaban tanto por hombres como por mujeres. Los griegos eran bastante abiertos sobre la sexualidad y los olisbos eran una parte aceptada de su cultura.
Al igual que los griegos, los romanos también utilizaban consoladores. Existen descripciones literarias que lo indican.
Durante la dinastía Han (206 a.C. - 220 d.C.), se fabricaban consoladores de bronce.
A lo largo de la historia, el uso de consoladores ha sido un tema tabú en muchas sociedades, pero en tiempos recientes han ganado aceptación como una parte normal y saludable de la vida sexual de muchas personas.
Como su nombre indica, los consoladores sirven para consolarse por estar solito o solita, sin pareja, por lo que hay que usarlos casi llorando. ¡Claro que no! Los mal llamados consoladores son perfectos para usar tanto en solitario como en pareja. Aquí tienes algunas buenas razones de beneficios físicos y emocionales para disfrutar de un consolador:
Miller es un consolador articulable muy realista y flexible. Es más bien pequeñito, pero perfecto para estimular el punto G al poder doblarlo a gusto y que se mantenga con bastante firmeza. La ventosa ayuda a mantenerlo firme en la posición deseada. Lo recomiendo firmemente.
se me rompió La teoría era buena, la práctica se me rompió a medias y en el primer uso. Factor Mujer me respondió muy bien y lo cambié por otro juguete ;P
Me gusta Su tacto es muy suave, lo que más me ha gustado es su densidad interna. Las medidas son buenas para juegos anales con arnes
el mejor invento de la historia no es la rueda son los consoladores con ventosa en la ducha
Buscaba un consolador ancho y corto. Me recomendaron este y la verdad es que está muy muy bien. Se nota de mucha calidad.
Buen consolador de color negro azabache, muy real suave y con la mejor ventosa que he tenido.
Puntos negativos: Algo caro
Brutal! Lo uso en la ducha y es un lujo
Todo genial, buen producto y envío rápido
Me encanta, es perfecto. Tiene un material buenísimo que si calientas al micro o con agua caliente se hace blandito, y si lo enfrías se endurece. Aunque no se aprecia bien en las fotos por el color negro, es hiper realista, con el capullo y las venas bien marcadas El tamaño grande y grueso como estaba buscando. ¡Contentísimo! Me compraré otros modelos del mismo material.