Cuanto se habrá especulado sobre el famoso punto G masculino… hoy hablamos de ello.
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Cuando hablamos del “punto G masculino”, nos referimos realmente a la próstata (donde se acumula el semen) de ahí que también se conozca su nombre como punto P.
La forma para poder estimular esta zona pelviana directamente es adentrándonos en ella por el ano. Lo cual escandaliza mucho a la gran parte de los hombres heterosexuales porque lo asocian directamente con la homosexualidad y por tanto, con la penetración anal.
Aún vivimos en una sociedad llena de prejuicios, donde parece casi imprescindible dotar ciertas acciones con etiquetas para identificarlas… y nos olvidamos que en los juegos sexuales lo importante es disfrutar con la persona que tienes al lado.
Aprovecho desde aquí para animar a todos aquellos hombres que no son capaces de abrir su mente más allá de los posibles prejuicios sexuales y que se sientan más libres y prueben experiencias tan placenteras o más como pueden ser otras.
Bueno, no os creáis que esto es soplar y hacer botella como aquel que dice, pues muchas veces no es tarea fácil, lo primero y esencial es que hay que estar predispuesto y relajado.
El ano posee una buena cantidad de terminaciones nerviosas y el hecho de ser estimulado correctamente lo convierte en una zona erógena mas de nuestro cuerpo.
Bien, podemos acceder a la estimulación de la próstata por ejemplo mediante el dedo pulgar, o sex toys dedicados a los juegos anales masculino que podemos encontrar fácilmente en cualquier sex shop.
La próstata se encuentra a pocos centímetros de la entrada del ano, una vez dada esa profundidad hay que ejercer presión hacia delante y notarás un bultito blando en la pared anterior del recto, como una nuez…ya has encontrado el punto P o G.
Obviamente, si el hombre no esta acostumbrado a jugar con esta zona erógena, primero puede incomodarse un poco y sentir ciertas molestias, por eso es importante ir lentamente y sin prisas, usar lubricantes con base acuosa e ir escuchando a nuestra pareja por si desea interrumpir la sesión por hoy.
Aunque se puede llegar al orgasmo mediante su estimulación, también hay que considerar que se puede eyacular con su estimulación sin llegar a tener uno. En este tipo de eyaculación el semen se segrega de forma suave y fluida, distinta.
De hecho, los que lo han probado y han llegado al orgasmo, cuentan que es un orgasmo mucho más largo y placentero que el que experimentan normalmente de forma vaginal o mediante sexo oral. Esto ocurre, porque se estimulan centros de placer cerebrales diferentes, y, por tanto, otro mundo de sensaciones distintas por descubrir.
Por último y no por ello menos importante, recordad siempre mantener una correcta higiene, lavar la zona anal previamente a su estimulación con agua y jabón es suficiente. Y no os olvidéis de lavar correctamente los juguetes (o los dedos) que hayáis usado previamente para estimular analmente si después vais a introducirlos en la vagina; así evitamos las posibles infecciones.
Para terminar este post, quisiera deciros que no baséis vuestra sexualidad en la búsqueda obsesiva de ciertos puntos famosos estimulantes de placer. Siempre repito que todo nuestro cuerpo es un mapa de sensaciones listo para ser explorado y descubierto, y centrarnos mucho en unas zonas y olvidarnos del resto es un error en el caemos la mayoría de las veces.
Sin más, ¡¡Disfruta de tu sexualidad en todo su esplendor!!
Artículo by Judith Viudes (@PsicoSexologa) (febrero 2012)
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