Sara es una mujer muy simpática de 31 años, continuamente te habla sonriendo. Viste cómoda pero tiene un aire sensual en sus movimientos. Ella lleva muchos años trabajando como camarera y además le agrada frecuentar locales liberales y disfruta con ello “. -Lo primero, muchas gracias por concederme la entrevista ¡Empecemos!
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Pues fue hace unos 8 años, ahora tengo 31. Y mis inicios fueron con el Spanking.
Resulta que hablando un día con un amigo que conocí en un foro de cine, salió el tema del cine erótico y las prácticas BDSM que abundan en él. Por ejemplo Historia de O, Emmanuelle, Círculo Vicioso… y me contó que él practicaba el Spanking.
Yo muy curiosa siempre, le dije que me contara en qué consistía esta práctica.
Me lo explicó de una forma parecida a un “juego de roles” para que yo lo entendiese; dónde uno de ellos, dominante, es el azotador y el otro el azotado. Por ejemplo: Profesor – alumna , padrastro – hija …
Y además me aclaró que existía una palabra clave para detener el juego, en el caso de que la persona azotada no aguantara más y quisiera poner fin. Todo esto que me contaba me atrajo y le dije de probar.
Y fué en ese momento en el que realmente empecé a adentrarme un poco en el mundo del BDSM.
La primera vez que me ataron fué un poco después de probar con el Spank.
Estaba en un local liberal que por aquel entonces frecuentaba y vino un chico de Barcelona que practicaba el Bondage de forma profesional, vino todo preparado. Recuerdo que hablando con él del tema me dijo que si me habían atado alguna vez y le dije que aparte de esposas en muñecas, o juegos con cuerdas en la cruz de San Andrés, poco más había probado…
Entonces me propuso si quería ser atada y por supuesto le dije que sí.
Me ató a una barra americana. No recuerdo muy bien por qué parte de mi cuerpo empezó, pero sí recuerdo que me excitaba mucho, fué suave. Y cuando terminó de inmovilizarme, estaba con una pierna semi flexionada atada y a su vez atada a la barra, y el resto de mi cuerpo, dejando libre mis pechos, estaba todo “enredado” por las cuerdas.
Ahí estábamos los dos, a la vista de los demás clientes del local. Entonces sacó una fusta. Empezó a azotarme suavemente, a acariciarme, a susurrarme obscenidades al oído… ¡Fué bastante excitante! Pero sí he de decir que pasado un tiempo empecé a sentir molestias. Quizás yo sea más light, pero me gustó la experiencia.
-Bueno, tuviste el valor de ser atada en público por primera vez. Interesante.
En realidad no, no han cambiado apenas. Me sigue sobreexcitando sentirme presa de un Amo dominante. Pero como ya dije antes, por lo que conozco de este mundo, en una versión más light. Dentro de mis límites.
No, en absoluto. Me sentía bien, tranquila, pues sabía por la forma de comportarse y de actuar, de su manejo con las cuerdas, que estaba en manos de un experto.
Sólo eso que te he comentado, pasado un rato de estar atada y sometida, empecé a sentir molestias y bueno… También quería ser liberada para “desatar” esa excitación sobre el hombre que me estaba sometiendo.
Pues como dije antes, la excitación que sentí desde un principio se me desató en cuanto fui liberada. Sentí como la sangre recorría mi cuerpo, mi piel enrojecida por la presión de las cuerdas palpitaba. El estar atada me gustó, pero ser liberada por el hombre que me había sometido… me excitó más.
Sí. Me encanta probar todo tipo de juegos sexuales y para mí fue de lo más excitante.
Pues realmente hace conmigo lo que quiere. Me “atormenta”, me azota, me acaricia, me hace esperar, no sabes si toca mano dura o mano blanda.
Me siento indefensa, estoy a merced de esa persona. Y eso, siempre evidentemente todo consentido y pactado… me excita mucho.
¡Uf, muchas! Blasfema, me dice “guarrerías”, me “insulta”, me “humilla”. Me hace callar o hablar a su antojo. Me corta mientras le hablo. Me dice que le pida más, me hace rogarle…
Me hace sentir vulnerable durante la práctica, me place sentirme sucia, usada, “puta”. Eso me excita muchísimo.
Pues si te digo la verdad, en mí día a día me considero bastante dominante. Pero me gusta liberarme y estar “del otro lado” sexualmente.
Puedo prescindir. Me gustan todo tipo de prácticas sexuales. Pero lo mucho cansa.
Creo que la gente como yo, lo que buscamos es no caer en una monotonía sexual, sino en estar aprendiendo constantemente y probando nuevas experiencias.
Si lo necesitase siempre, sería un problema y seguramente terminaría por aburrirme.
Dependiendo del ambiente en el que cada uno se mueva. Yo me muevo en ambientes de sexo. Y ahí es más fácil encontrar gente con tus mismos gustos.
Hasta ahora, la gente que conozco, tanto los dominantes como los sumisos, sí son gente seria. Aunque ahora, con el boom de Grey, creo que al estar de “moda” más de uno y una se meterá sin conocer. Desde que salió, dije.. “alguien acabará haciéndose daño” y efectivamente hace poco leí una noticia del fallecimiento de una mujer a manos de su pareja jugando a Grey.
Pues aunque no sea mucho de fiar, por la red. Primero que se informase bien y luego que buscase blog’s o foros de BDSM adecuados.
Si encuentra los apropiados, seguro que podrá encontrar gente con la que pueda quedar y empezar a conocer el mundo del BDSM. ESO sí, yo nunca lo haría a solas con una persona que no conozco, jamás.
También hay lugares públicos, mazmorras, locales liberales, etc… En los que se pueden ver y realizar dichas prácticas. Así al estar rodeado de más gente es más seguro que quedar con alguien de buenas a primeras que no conoces de nada.
No, en absoluto. La confianza es esencial.
Claro que sí.
Pues fué en mi último cumpleaños, lo celebré en un local liberal. Vino un Amo amigo de una amiga. Vino provisto de todo su “kit” y había toda clase de artilugios: mordazas, collares de pinchos, fustas, esposas, antifaces, cadenas…
Me pusieron un antifaz, el collar de perro, me amordazaron y me llevaron a la mazmorra. Yo llevaba unas medias de rejilla, iba sin braguitas y un top transparente por el que sacaron mis pechos.
Allí el Amo me ató a la cruz de San Andrés. Cómo no lo habíamos preparado, me preguntaba al oído si todo iba bien constantemente. Y sí…¡¡todo fue genital!!
Luego, después de liberarme de las cuerdas, me paseó como a una perra y me ofrecía a los chicos y chicas que había por el local. Eso me excitó muchísimo, la verdad.
¡¡INFORMACIÓN!! Para hacer algo bien, hay que saber. Que busquen información, que estudien, que encuentren a la gente adecuada… Pues atar no es nada fácil y no queremos heridos.
Y poco más, que si quieren probar adelante. Sólo así sabrán si esta alternativa sexual, orientación para muchos, les puede llegar a resultar satisfactoria y placentera. Siempre haciéndose adecuadamente.
Gracias a vosotros, encantada.
*El nombre real del entrevistado ha sido sustituido por otro para reservar el derecho al anonimato.
Artículo escrito el 7 de marzo de 2013 por Judith Viudes - @PsicoSexologa (Psicología y sexología. Terapia, talleres, investigación, difusión…)
Muy interesante conocer la experiencia de gente real, el boom de Cincuenta Sombras de Grey espero que no solo aparte de crear moda la gente pueda dejar de ver esta práctica como algo de locos o depravados sexuales.. placer placer placer para quien lo quiera experimentar!!
Gracias Judith!
Respuesta de Factor Mujer
Esperemos que sí, hay que informarse y conocer muy bien antes de juzgar o hacer cosas de las que realmente no se sabe lo suficiente de manera fidedigna. Muchas gracias a ti por tu comentario! Un saludo
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