Se le había pasado el sueño de repente y su cuerpo se encontraba demasiado inquieto como para permitirle disfrutar del descanso en la cama. Por eso había decidido bajar abajo y sentarse en el sofá...
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... para ver un poco la televisión y que ésta le ofreciera lo que necesitaba para descansar, aburrimiento. Pero hasta ella confabulaba contra su descanso porque, nada más encenderla, la aparición de dos cuerpos bien ligeros de ropa le había hecho quedarse paralizada.
No se había dado cuenta ni siquiera que se había sentado y perdido el mando por el camino, solo pendiente de lo que en la película el hombre hacía con la mujer, cómo la acariciaba, besaba y surcaba las curvas. Se sentía celosa por no sentirlas en su propio cuerpo pero eso pronto no tuvo que pensarlo cuando unas manos le rozaron por el cuello bajando hasta sus pechos.
Gritó asustada pues se suponía estaba sola cuando la suave voz de su pareja la tranquilizó.
Sigue mirando la película... Yo me ocuparé de este cuerpo... - Le susurró mientras las manos de él se afanaban en desnudarla para tenerla en la misma postura que la tenía el protagonista de la película a su chica.
Ella accedió, ayudándole a deshacerse de la ropa solo para ser recompensada con las caricias de él en esos puntos que ella se volvía loca. Cuando la mano de él navegó hasta su centro hundiéndose en él no pudo más que dejarse llevar perdiendo ya la película, solo concentrándose en esos dedos que tenía profundos en su interior jugueteando con las zonas más erógenas que había. Y allí, con los gemidos de la película, y los suyos propios, la liberación llegó.
Relato erótico by Kayla Leiz (enero 2013)
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