Fantasía profesora y alumno en la universidad

Un día al final de la clase, cuando todos salían, Gabi se acercó a Rebeca con algunas dudas sobre el examen del día siguiente. Ella lo miró fijamente e inexplicablemente de su boca salió que lo esperaría en su casa para ayudarlo con todo lo que necesitara.

Rebeca se sorprendió a sí misma por sentirse atraída por Gabi. Él no era especialmente atractivo físicamente, pero algo en su forma de ser y de hablar la hacía sentir curiosidad por él. A pesar de ser su profesora en la universidad, no podía evitar sentir mariposas en el estómago cada vez que lo veía en clase. Era como si Gabi tuviera un imán que la atraía hacia él, y Rebeca no podía explicar por qué.

Tras aquellas palabras de invitación, Rebeca pensó:

"¿Y ahora qué? ¿Qué has hecho, Rebeca?"

En un impulso, había invitado a Gabi a su casa para hablar sobre el examen, y no sabía cómo evitar esa atracción.

"Bueno, tranquila, Rebeca. Seguro que Gabi no siente lo mismo, y todo será muy fácil", volvió a pensar.

Gabi pareció sorprendido y entusiasmado a la vez ante aquella invitación. Con una sonrisa pícara interna, aceptó sin dudarlo. Aunque le sorprendió la invitación, le gustaba mucho la idea de estar a solas con Rebeca. Desde el primer día de clase, ella le había cautivado por su belleza, inteligencia y ese pelo negro y largo que siempre lucía.

Aquella noche ambos estaban nerviosos y tensos, la atracción que sentían era evidente. Rebeca lo llevó al sofá y comenzó a ayudarlo con las dudas del examen, pero pronto las preguntas se convirtieron en conversaciones más personales. Descubrieron que tenían muchas cosas en común y que la química entre ellos era indudable.

Rebeca se encontraba nerviosa, pensando en que pronto Gabi terminaría de estudiar y se iría a su casa.

"Todo va bien Rebeca, ya casi está y pronto se irá a su casa", pensó ella.

Pero de repente, ambos se incorporaron de forma simultánea para ir a buscar unos apuntes que habían quedado sin comentar. Sin darse cuenta, sus manos se unieron y sus rostros quedaron a milímetros de distancia al girar la cabeza para mirarse. Sonriendo por la casualidad y sin saber cómo, sus labios se juntaron en un apasionado beso que ninguno de los dos pudo resistir. Gabi cogió el pelo largo de Rebeca con suavidad, lo que los excitó aún más, aumentando la intensidad del beso. Fue un encuentro casual, pero la pasión que surgió entre ellos fue indescriptible.

Tras aquel beso apasionado, ambos se miraron y supieron que querían seguir. Asintieron con la cabeza al mismo tiempo y sonrieron por aquella nueva la casualidad. Rebeca le preguntó a Gabi si tenía condones y él asintió con una sonrisa pícara: "Siempre llevo encima". "¡Genial!", respondió ella entusiasmada. "Déjalo en la mesa, accesible", agregó Rebeca con una mirada tierna.

Gabi exploró la boca de Rebeca con su lengua, saboreando su dulzura y sintiendo la textura de sus labios. Al acercarse a su cuello, percibió un aroma que le apasionó y le excitó aún más. Siguió bajando hasta encontrar los pechos de Rebeca y allí volvió a sentir ese aroma que lo cautivaba. Intrigado, le preguntó sobre su perfume y ella respondió con voz sensual: "Me gusta ponerme ese aroma donde más me erotiza que me estimulen. ¿Sigues buscando?"

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En aquel momento la erección de Gabi se intensificó, su miembro palpitaba con fuerza y su piel estaba erizada por la excitación. Siguió explorando el cuerpo de Rebeca con su lengua, boca y olfato, disfrutando de su sabor y aroma, mientras su erección aumentaba su potencia y tamaño, listo para seguir explorando sus deseos y placeres. Sin saber muy bien cómo ambos se encontraron desnudos en el sofá.

Cuando Rebeca se percató de la potente erección de Gabi, supo que era su momento. Lo tumbó boca arriba y le puso suavemente el condón, mientras sus dedos rozaban su piel, dejando un rastro de calor y emoción. Aplicó el lubricante que tenía preparado y se dispuso encima de su miembro, acariciando su vulva y clítoris con su pene, sintiendo la suavidad y el calor de su piel. Rebeca notó el calor y la presión que el miembro de Gabi emitía, mientras que él, por su parte, experimentaba una sensación de vértigo que nunca había sentido. "¡Qué increíble sensación, Rebeca!" dijo Gabi con voz ronca. "Pues espera, ya verás", le susurró ella al oído con un tono provocativo.

Rebeca le pidió a Gabi que se moviera también, y ambos sincronizaron sus movimientos, creando una sinfonía de placer y deseo. Gabi se sentía abrumado por las sensaciones que estaba experimentando, nunca antes había sentido algo así y estaba sorprendido por descubrir el placer que podía proporcionarle el cuerpo de Rebeca sin la necesidad de penetración. Con cada roce, la pasión se intensificaba, la humedad aumentaba y el éxtasis se acercaba. Pronto, debido a la gran humedad y excitación de ambos, el pene de Gabi entró suave y profundamente en la vagina de Rebeca, ella y él se estremecieron de placer. Fue en ese momento cuando, con unos pocos movimientos más de ambos, llegaron al clímax, dejando escapar gemidos de placer y éxtasis que resonaron en el comedor.

Tras aquel encuentro de pasión y deseo, ambos se despidieron en un apasionado beso en la puerta de la casa de Rebeca. Ella le deseó mucha suerte con el examen, mientras sus ojos brillaban con un tono pícaro y seductor. Gabi le agradeció la ayuda y le aseguró que nunca olvidaría esa noche de enseñanza, placer y éxtasis. Fue entonces cuando Rebeca lo abrazó con fuerza, susurrándole al oído que podía volver a su casa cuando quisiera a repasar, mientras su cuerpo aún se excitaba con el recuerdo de los momentos vividos.

Los dos se separaron con una sonrisa cómplice, sabiendo que habían vivido una experiencia única y especial. El aire estaba cargado de ternura, excitación y pasión. Después de aquel encuentro, Rebeca estaba segura de que su vida no volvería a ser igual, y Gabi sabía que había descubierto un nuevo mundo de placer y erotismo.

La noche había sido intensa y apasionada, pero ahora era momento de volver a la realidad. Al despedirse, ambos sabían que el recuerdo de aquel encuentro perduraría en sus mentes y en sus corazones, pero... ¿Se volvería a repetir?


Fantasías eróticas by Factor Mujer (marzo 2023)


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